Principales ideas de la conferencia

El seminario “Libertad Religiosa, Económica y Política – Una e Indivisible” concluyó su primer bloque con la conferencia titulada El aporte del Cristianismo a la noción de Gobierno limitado e Instituciones, a cargo de Mario Silar, Investigador Senior del Instituto Acton Argentina.

“La tendencia al saqueo, al pillaje y al abuso se dice de muchas maneras”, afirmó Silar. Es decir, saqueo, pillaje y abuso no son características que se puedan predicar únicamente de la anarquía: si el gobierno no es limitado, tendemos igualmente a este tipo de comportamientos.

La conferencia de Mario Silar versó sobre dos tesis centrales. La primera de ellas afirma que el cristianismo ofrece las bases antropológicas y filosóficas para poder fundamentar un gobierno limitado. Al hablar de “gobierno limitado”, Silar destacó dos cualidades esenciales: que el Estado sea al mismo tiempo mínimo y fuerte. Esto es, primero, que no se expanda más allá de sus funciones, en otras palabras, que se cumpla el principio de subsidiariedad. Segundo, que se aplique la ley de manera imparcial, sin beneficios de amigos, es decir, que haya estado de derecho. El Estado deja de tener así una función mítico-redentora del ser humano: simplemente debe brindar el marco para que los individuos trabajen en la consecución del bien común. Mario Silar nos recuerda que el Estado no es fuente última de criterios morales o de justicia. Es el cristianismo quien dispone estos fundamentos. De esta manera, el cristianismo “libera a la política del mito de la fundamentación moral”.

Silar continuó la conferencia hacia su segunda tesis central: si no hay estado de derecho, podemos caer, por un lado, en la desinstitucionalización, que genera el surgimiento de poderes unipersonales fuertes, quienes pueden convertirse en ídolos, sin límites claros de su accionar. Esto representa un grave mal moral para la sociedad, ya que si no hay instituciones, se pierde la conexión entre pasado, presente y futuro: solo tenemos personalidades fuertes en el presente. Por otro lado, la ausencia de estado de derecho puede conducir a Estados excesivamente regulados: “La hiper-institucionalización también es peligrosa: lleva al individualismo delegatorio”. Esta es una de las más impactantes ideas que desarrolló Mario Silar en su disertación: cuando hay hiper-regulación, se va promoviendo en la sociedad una manera cómoda y egoísta de pensar; hay percepción del sufrimiento del prójimo, pero la reacción que se genera es solamente decir “alguien tiene que hacer algo porque pago impuestos”, y quien piensa así considera que ya está haciendo algo solamente con manifestar su preocupación. De este modo, se desalienta la responsabilidad e iniciativa. “El excesivo marco regulatorio destruye la creatividad y el espíritu emprendedor, que anidan en todos los seres humanos”, afirmó Silar.

Mario Silar cerró su conferencia promoviendo un gobierno limitado, con menos controles o regulación. De aquí no se sigue como consecuencia indefectible el surgimiento del caos, ya que los agentes de la sociedad tienen la capacidad de autogobernarse, hay órdenes emergentes o espontáneos.

Como bien lo indica el nombre del seminario, las libertades se implican entre ellas, no puede estar una sin la otra. Así como en la libertad religiosa se juega mucho más que la libertad religiosa, en la libertad económica también se juega más que la libertad económica: se juega la posibilidad de vivir una vida auténticamente humana, se permite el despliegue de los bienes humanos. Es tarea del Magisterio de la Iglesia hacer un estudio más profundo de lo que la libertad económica implica en la sociedad.