Fuente: Religión en Libertad
http://www.religionenlibertad.com/papa-francisco-creerse-indispensables-en-cualquier-cargo-e-insustituibles-es-obra-43531.htm
Ary Waldir Ramos Díaz / Aleteia
5 de julio de 2015

El Pontífice señaló que en la Iglesia antes que líderes se necesitan servidores para evitar ´personalismo y autoritarismo.´ El Papa Francisco solicitó claridad en los que guían la Iglesia y las organizaciones laicas para no ´caer´ en la tentación del ´autoritarismo´, ´el personalismo´ y no «dejar vivir las comunidades en la renovación con el Espíritu», dijo este 03 de julio.

El Papa Francisco solicitó claridad en los que guían la Iglesia y las organizaciones laicas para no ‘caer’ en la tentación del ‘autoritarismo’, ‘el personalismo’ y no “dejar vivir las comunidades en la renovación con el Espíritu”.

“Existe una gran tentación en el líder, yo lo repito prefiero el termino servidores, y esta tentación de los servidores viene del diablo, que es de creer que son indispensables en cualquier cargo y de querer mandar siempre y estar al centro”, reveló este viernes 3 de julio en la plaza de San Pedro, durante una audiencia especial a los miembros de la Renovación Carismática Católica.

“Hablemos claro –reiteró Francisco– el único insustituible en la Iglesia es el Espíritu Santo y Jesús es el único Señor”. Luego les preguntó a los presentes ¿quién es el único insustituible? ¿quién es el único Señor?, al unísono la multitud respondió: ¡el Espíritu Santo, Jesús!

Por ende, Francisco invitó a que los líderes tengan un “tiempo” dentro de la Iglesia para realizar su servicio y evitar excesos de poder y personalismos. En todos los servicios en la Iglesia es conveniente que tenga un cese, un tiempo limitado. “Es conveniente que todos los servicios en la Iglesia tenga un tiempo. No hay líderes a vida en la Iglesia. Eso sucede en algunos países donde existe la dictadura. Aprendan de mi que soy humilde de corazón, dice Jesús”.

“Esta tentación es del diablo, que pasas a ser servidor a patrón. Tu te adueñas de aquella comunidad de aquel grupo. Esta tentación te hace resbalar en la vanidad”, dijo. “Cuántas tentaciones hacen sufrir una comunidad, limitan el bien. Se vuelven en una organización como si fuera una ONG”.

“Cuántos lideres se vuelven pavos reales, porque el diablo también entra por los bolsillos y la vanidad”.

Relaciones artesanales

En este sentido, les incitó a no hacer solo grandes encuentros, sino a construir “relaciones artesanales” en las familias, en las pequeñas comunidades.

“Qué el agua sea bienvenida porque la ha creado el Señor”, dijo Francisco antes de iniciar su discurso, cuando comenzó a caer una llovizna en la plaza de San Pedro, que bañaba a los presentes, 30.000 cristianos de diversas Iglesias.

El Papa les agradeció por haber aceptado la invitación que dirigió al Movimiento Carismático Católico el pasado mes de enero de 2014 para encontrarse en el Vaticano. “Gracias por esta entusiasta y cálida respuesta”.

La historia e identidad de la Renovación en el Espíritu

En su discurso subrayó de nuevo el tema de la identidad de la Renovación Carismática Católica, de la cuál nació la Asociación del Movimiento de  Renovación en el Espíritu. El Pontífice recordó algunas ideas del anterior encuentro tenido en el Estadio Olímpico de Roma, el 01 de junio de 2014 cuando destacó que el jefe de la renovación es Jesucristo.

El Papa recordó Verónica O´Brien quien pidió a Pablo VI una mayor apertura a la Renovación Carismática en Roma. “Fue ella a pedir al cardenal Suenens para que viera que estaba sucediendo, y viera con sus ojos aquello que consideraba era obra del Espíritu Santo”.

“Lo definió un manantial de gracia”, así citó el segundo libro de memorias del cardenal belga, Leo Jozef Suenens, moderador del Concilio Vaticano II, y padrino para que la Santa Sede aceptara la Renovación Carismática Católica bajo el pontificado de Papa Montini.

En la misa del lunes de pentecostés de 1975, Pablo VI agradeció al cardenal Suenens por “haber traído a la Iglesia al Movimiento Carismático en el corazón de la Iglesia”. Por ello, señaló que “no es una novedad de hace algunos años. Es un larga historia”, indicó el Papa.

El río que entra en el océano de Dios

 “Pueda el movimiento carismático desaparecer”, indicando una metáfora con el río que llega al mar para convertirse en algo más grande. “Si el río se queda quieto se corrompe”.

 “Si el movimiento, este flujo de gracia, no fluye en el océano de Dios trabaja para sí mismo y ¡esto no es de Jesucristo, esto es del maligno, del Padre de la mentira!. Viene de Dios y va hacía Dios”, expresó el Papa citando la homilía del cardenal Suenens.

 “El primer error que se debe evitar”- señaló- es categorizar como un movimiento, la “Renovación Carismática”, en un sentido sociológico sin fundamentos, que no incluye una gran variedad de gracias que se concentran en ella. “Laicos, obispos, cardenales, es un desafió para todos nosotros” señaló.

La “obra soberana del Espíritu”, en 1967 , “hombres y mujeres bautizados que han dado vida a comunidades ecuménicas, ayuda a los necesitados”. El Papa recordó su visita apostólica a los carismáticos en Corea y Filipinas.

Asimismo, citó la Evangelii Gaudium, sobre el poliedro que refleja todos los puntos que confluyen en una sola cosa, a pesar de las diferencias entre sus partes: “estos son los carismas en la unidad, pero en la propia diversidad”, expresó.

De esta manera, hizo una distinción que consideró importante “porque estamos hablando de la obra del Espíritu Santo no de la nuestra”, al referirse a la “Unidad en la diversidad”.

“Es necesario recordar que toda esta unidad es un pedazo de la parte y la parte no puede atribuirse ser el todo”. “Nosotros somos la corriente del Movimiento de Renovación Carismática…no esto no se puede decir, por favor hermanos no es así…[] el Espíritu Santo sopla donde quiera, cuando quiera, y como quiera”, sostuvo el Papa.

“Unidad en la diversidad y en la verdad que es Jesús mismo”, les instó señalando la característica de los hombres y mujeres que hacen parte de la renovación: “convertirse en personas de gracia. Esto es el bautismo en el espíritu”.

Cabe señalar que la Renovación Carismática Católica proviene históricamente del movimiento carismático pentecostal originado a partir de la apertura del Concilio Vaticano II, y más tarde fue acogido por el catolicismo. La expresión ‘renovación carismática’  proviene del ministro luterano Harald Bredesen, quien en 1962 comenzó a emplear el término ‘carismático’ para referirse a las Iglesias protestantes históricas y más tradicionales.