1 de diciembre 2015

Fuente: Religión en Libertad  

Que exista desde hace casi veinte años un Centro de Estudios Tomás en una de las principales universidades chinas puede sorprender a muchos», confiesa William E. Carroll, profesor en la facultad de Teología y Religión de la Universidad de Oxford.

Pero es que «el número, profundidad y rapidez de los cambios en la sociedad china a lo largo de la última década pueden eclipsar un cambio inusual en el ámbito académico: un interés notablemente creciente en el pensamiento de Tomás de Aquino«, añade, algo de lo que en su día dio cuenta ReL al recoger la intervención del profesor Tianyue Wu, de la Universidad de Pekín, en el Meeting de Rimini de 2013.

El profesor Carroll ha escrito recientemente un artículo en The Public Discourse (publicación digital del Instituto Whiterspoon de Nueva Jersey) donde cuenta sus experiencias al respecto.

“Los universitarios chinos actuales encuentran el pensamiento de Tomás no sólo fascinante, sino de una relevancia imperecedera. Acabo de pasar un mes en cuatro universidades chinas hablando sobre el modo en el que el pensamiento tomista sobre la relación entre la filosofía, la teología y las ciencias naturales puede servir para desentrañar la confusión contemporánea ante las implicaciones filosóficas y teológicas de la biología y la cosmología evolutivas. En Shanghai, Pekín y Wuhan encontré audiencias receptivas y entusiastas«, explica Carroll.

En Pekín estuvo debatiendo pasajes de la Física de Aristóteles con estudiantes de un seminario sobre el comentario de Santo Tomás de Aquino al Del alma del filósofo griego, un estudiante de la Universidad Fudan de Shanghai quiere comparar la fundamentación metafísica de la ética en el Aquinatense con la de algunos pensadores chinos, otro en Wuhan está estudiando los diferentes sentidos del concepto de ciencia en las obras de Santo Tomás

 

La teología de Santo Tomás, también presente

“En la Universidad de Wuhan intervine en un congreso de tres días dedicado a Santo Tomás de Aquino y la filosofía medieval”, que organizaba dicha institución académica junto con la Universidad Católica Fu Jen de Taiwan y el Centro Li Madou. (Li Madou es el nombre con el que se conocía en China al misionero jesuita italiano Matteo Ricci [1552-1610], el primer gran estudioso occidental de la cultura china. Fueron los jesuitas quienes introdujeron en China el tomismo, ya en el siglo XVII.)

Al congreso se presentaron 24 ponencias, 7 de investigadores occidentales y 17 de investigadores chinos. Y se dio un hecho curioso: «Aunque los occidentales insistimos en asuntos filosóficos, hubo contribuciones chinas a la imago Dei [imagen de Dios], a la doctrina de la Trinidad y a las aplicaciones teológicas de la teoría tomista sobre el lenguaje. Como era de esperar, hubo un interés particularmente intenso en la filosofía moral y en la teología moral de Tomás, puesto que el estudio de la ética sigue siendo de una importancia primordial en la filosofía china. Varios intervinientes, tanto de China como de Occidente, analizaron el pensamiento de Tomás sobre la relación entre las virtudes filosóficas clásicas y las virtudes teologales de fe, esperanza y caridad. Y todos los oradores chinos, salvo uno, hablaron en chino, un signo de la penetración del pensamiento tomista en el mundo académico chino contemporáneo».

El Centro de Estudios Tomás de Wuhan está patrocinando la traducción al chino del Del Ser y la Esencia de Santo Tomás, y concluyó recientemente la traducción de la Suma Teológica. Lo que se está haciendo en la Universidad de Wuhan se complementa con estudios similares sobre el tomismo en las universidades de Pekín, Tsinghua, Fudan, Shanghai y Shandong, y también en Hong Kong.