Por Lucila Coll
Asistente de Progamas del Instituto Acton y miembro de Acton Joven

Ya pasaron casi tres semanas desde Acton University 2015, pero las ideas siguen resonando en nuestra inteligencia y en nuestro corazón… y probablemente resuenen por mucho tiempo más. Es que no es cualquier experiencia, es LA experiencia ActonU. Para quienes tuvimos la posibilidad de asistir, nos cuesta poner en palabras todo lo vivido a lo largo de estos días. Para compartir, nada mejor que encontrarnos con las experiencias de otros, que traigo en los siguientes párrafos.

Acton University es un congreso anual de cuatro días, organizado por el Acton Institute en Grand Rapids, Michigan, Estados Unidos, que reúne a personas de todas partes del mundo. Este congreso es una invitación a profundizar en los temas centrales de Acton y la íntima relación entre filosofía, teología cristiana y economía, a través de una enorme variedad de conferencias de excelentes profesores. “Es una especie de retiro intelectual”, dicen algunos por ahí, definición que considero muy acertada, ya que son cuatro días en los que nos abocamos por completo al estudio. Sociedad virtuosa, libertad, pobreza, libre mercado, libertad religiosa, justicia social… palabras bien cargadas de contenido en ActonU, sobre las que mucho se debate y que atraviesan todas las conferencias que van dando forma a este seminario.

Este año, más de 1000 personas de alrededor de 60 países nos reunimos en Grand Rapids entre el 16 y el 19 de junio, para vivir la edición número 10 de Acton University. Más de 60 éramos latinoamericanos. Entre ellos, la presencia argentina se hizo notar gracias a sus 23 participantes, en su gran mayoría miembros del grupo Acton Joven del Instituto Acton, cada uno con sus diversos talentos, estudios, profesiones y experiencias laborales, pero todos compartiendo la misma sed de aprender más sobre la sociedad libre y virtuosa. Es también en esta variedad de países, culturas, estudios, profesiones, donde radica la riqueza de Acton University. “Poder hablar con un sacerdote de Ghana, con un joven evangélico de Estados Unidos, con una monja de Filipinas, sobre temas que tienen que ver con la mejor manera de organizar la sociedad, acerca de sus vivencias y perspectivas personales, fue una experiencia alucinante”, comentó Florencia Silveyra, quien asistió este año por primera vez a ActonU.

“Estamos aquí en Acton University para debatir sobre la verdad, porque solo la verdad nos hace libres”, afirmó el Dr. Samuel Gregg en la cena de apertura. ¿Cómo no sentirse inspirado después de escuchar estas palabras? Y, sin lugar a duda, el Acton Institute logró su objetivo: una tras otra, las exposiciones nos fueron aproximando a la verdad, poniéndonos de cara al inagotable misterio de la realidad que nos rodea, pero con la firme convicción de que hay mucho por aprender, con profesores apasionados por el deseo de saber más.

No quedan más que palabras de agradecimiento para quienes tuvimos el privilegio de formar parte de esta experiencia. Cada segundo fue enriquecedor y formativo, tanto por las palabras escuchadas como por las acciones ejemplares del equipo organizador, profesores y alumnos participando. La amabilidad y el servicio fueron protagonistas del evento. “Estoy agradecido de haber podido ir y conocer mucha gente nueva. Te abre la cabeza en muchos aspectos”, así lo expresó Agustín Torrado, quien también vivió su primera experiencia de ActonU. “Fui con mucha expectativa, con la seguridad de que iban a ser cuatro días muy ricos. Así y todo, partiendo de un piso de exigencia bastante alto, la realidad fue en extremo superadora; llegar a un lugar tan lindo y acogedor, con gente tan diversa, tan simpática y empática, a charlas de tanto interés, tan claras -y disparadoras de discusiones muy fecundas- fue una situación que nunca había vivido con esa intensidad”, agrega Florencia Silveyra.

Este tipo de congresos es esencial para entender la realidad y proyectar una sociedad mejor hacia el futuro, con ideas sólidas, bien argumentadas, partiendo de los fundamentos últimos. Las ideas importan y están presentes siempre, a veces de manera explícita, pero la mayoría de las veces, ocultas detrás de cada acción, decisión individual, tendencia social o medida política. Por eso, es nuestro deber formarnos, para poder promover nuestros valores y para cooperar con la búsqueda de una sociedad libre y virtuosa. “La libertad es el delicado fruto de una civilización madura. Requiere ser plantada en un suelo fértil para que pueda desplegarse”, afirmó el Padre Robert Sirico citando a Lord Acton en la charla de cierre, en la que todos nos sentimos interpelados por sus palabras. Nosotros somos los responsables de ir generando ese suelo fértil. Desde el Instituto Acton estamos convencidos de ello, por eso nuestra misión es profundizar y difundir estas ideas por todo Latinoamérica.

Vivir Acton University me recuerda al prisionero de Platón que sale de la caverna: al principio se enceguece por la luz, pero poco a poco, sus ojos se van acostumbrando. Las ideas de Acton pueden resultarnos raras al principio, nos sacuden, nos cambian el ángulo de perspectiva, nos encandilan, pero con perseverancia y trabajo van sedimentando en nuestra inteligencia. Ahora nos toca volver al trabajo diario de difusión, quizás muchas veces incomprendidos, como el prisionero, pero con la seguridad de haber visto que hay otra forma de entender la realidad.