Nota escrita para Facebook el 5 de Mayo del 2016
Por Gabriel Zanotti
Hoy se presenta en Argentina la edición del Instituto Acton de “Economía para sacerdotes”.
Difícil expresar lo que este libro significa para todos nosotros (los que diariamente hacemos Instituto Acton).
El Instituto Acton tiene como visión y misión explicar la no contradicción entre la economía de mercado y la Doctrina Social de la Iglesia. La tarea es dura, llena de dificultades e incomprensiones, y últimos acontecimientos que son de dominio público, aunque de interpretaciones diversas, nos muestran lo difícil que sigue siendo y la fortaleza que necesitamos ante un “pensamiento único anti-mercado”, dominante entre laicos y jerarquía, que nos coloca como los verdaderos parias de un catolicismo que en estos momentos tiene sólo un acuerdo: el odio ante el mercado. Para colmo, el Instituto Acton ha dado testimonio, en todos estos años, de su inclaudicable adhesión al Depósito de la Fe de la Iglesia Católica, el cual es puesto en duda por eminentes teólogos y etc. que, al mismo tiempo, se dan el lujo de pontificar y condenar en temas absolutamente opinables.
En este panorama el Instituto Acton seguirá su misión, con viento a favor o en contra, siempre, absolutamente siempre. Sin prisa, sin pausa, sin ruidos, sin lobbys eclesiales, alejado de la politiquería e internas “católicas” diciendo lo suyo con calma y con fundamentamos sólidos en la filosofía cristiana más fundamental.
Este libro representa tal vez un máximo símbolo de nuestra misión. Es un libro sin ideologías, que intenta mostrar precisamente la “buena economía” a futuras generaciones de sacerdotes, NO para que se hagan economistas, sino para que adviertan el fenómeno de la escasez cuando hablen de la riqueza, y lo incluyan en su visión ética cristiana de la vida y del mundo. Es un libro que apunta al futuro, es un libro que penetrará suave pero firmemente en las mentes jóvenes que lo lean sin prejuicios ideológicos: es un libro que hará un mundo mejor, es un libro que no se queda pasivo ante los desastres del mundo.
El libro representa también el fruto de un equipo: ha sido y es una tarea conjunta, de todos los miembros del Instituto Acton, que sedimentó luego en sus dos autores al momento de escribir. No es un manotazo de ahogado de un autor solitario, sino uno de los frutos más preciados de una tarea conjunta de un grupo de personas que sabe perfectamente dónde va y trabajan diariamente sacando tiempo y energías prácticamente de la nada si no fuera por la fuerza de Dios.
Invitamos a la presentación, sí, pero sobre todo a su difusión. Aquellos que sientan que todo esté perdido, que no tengan esperanza, recupérenla: depositen un ejemplar de este libro en las manos de un sacerdote, de un formador laical, de un teólogo, multipliquen este esfuerzo por millones, difundan su versión on line, y les aseguro que las manos de Dios son necesariamente más infinitas y poderosas que nuestra limitada visión.
Y nunca lo olviden: las puertas del infierno jamás, absolutamente jamás, prevalecerán contra la Iglesia.
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