9 de febrero de 2017
Fuente: AICA

Ciudad del Vaticano (AICA): El antisemitismo “en todas sus formas es contrario a todo principio cristiano y a toda visión digna del hombre”, expresó el papa Francisco al recibir este jueves en el Vaticano a los miembros de la Liga Antidifamación (ADL en inglés) la organización judía con sede en los Estados Unidos, fundada en 1913 para luchar contra la difamación al pueblo judío. El antisemitismo “en todas sus formas es contrario a todo principio cristiano y a toda visión digna del hombre”, expresó el papa Francisco al recibir este jueves en el Vaticano a los miembros de la Liga Antidifamación (ADL en inglés) la organización judía con sede en los Estados Unidos, fundada en 1913 para luchar contra la difamación al pueblo judío.

El pontífice aseguró que “Dios se alegra al ver la amistad sincera y los sentimientos fraternales que hoy muestran judíos y católicos”, lamentó que, “la actitud antisemita, está todavía hoy muy extendida”.

“Hoy, más que en el pasado, dijo Francisco, la lucha contra el antisemitismo cuenta con instrumentos eficaces, como la información y la formación”.

Recordando lo que expresó durante su visita -en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia en 2016-, al campo de concentración de Auschwitz: “Si la cultura del encuentro y de la reconciliación genera vida y produce esperanza, la no-cultura del odio siembra muerte y cosecha desesperación. El año pasado acudí al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. No hay palabras ni pensamientos adecuados ante semejantes horrores de la crueldad y del pecado. Hay oración para que Dios tenga piedad, para que semejantes tragedias no se repitan. Por eso continuamos ayudándonos los unos a los otros”.

En su reflexión sobre el significado de los crímenes contra los judíos pidió “un futuro de auténtico respeto por la vida y por la dignidad de cada pueblo y de cada ser humano”.

En este sentido, realizó una defensa de la no violencia: “ante el exceso de violencia tan extendida en el mundo, estamos llamados a ofrecer una mayor ‘no violencia’, que no significa pasividad, sino promoción activa del bien. De hecho, si es necesario extirpar las malas hierbas, es aún más urgente cultivar la justicia, crecer en la concordia y sostener la integración sin desfallecer. Solo así se podrán recoger los frutos de la paz”.

El pontífice animó a “promover la cultura y fomentar la libertad de culto, protegiendo también a los creyentes y a las religiones de cada manifestación de violencia e instrumentalización: son los mejores antídotos contra el odio”.

El Santo Padre recordó junto a ellos que san Juan Pablo II y Benedicto XVI les había recibido y que desde el Concilio Vaticano II se mantienen relaciones. Manifestó también agradecimiento por que los contactos se ha intensificado, dando prueba “no solo del compromiso común sino de la fuerza benéfica de la reconciliación, que cura y transforma las relaciones. Si la cultura del encuentro y la reconciliación genera vida y produce esperanza, la no-cultura del odio siembra muerte y cosecha desesperación”.

El Papa agradeció a los presentes su trabajo y su lucha “contra la difamación, y por su compromiso para educar, para promover el respeto entre todos y para proteger a los más débiles”.

Animó también a “custodiar el sagrado tesoro de cada vida humana, desde la concepción hasta el final de la vida, protegiendo la dignidad y el camino mejor para prevenir toda forma de violencia”.

“Proporcionar los medios para una vida digna, promover la cultura y fomentar la libertad de culto, incluso protegiendo a los creyentes y a las religiones de todas las manifestaciones de la violencia y la explotación, son los mejores antídotos contra el surgir del odio”.

Tras agradecerles también “el diálogo que, en diversos niveles, mantienen con la Iglesia Católica”, concluyó invocando “la bendición del Todopoderoso sobre nuestro compromiso conjunto y nuestro camino de amistad y de confianza fraterna en su bondad nos acompañe y ayude a dar buenos frutos. ¡Shalom Alechem!”.+