25 de abril
Fuente: AICA
“Las personas pobres no son el problema, ellas son la solución del problema”, expresó la directora del Instituto Acton, Cecilia Vázquez Ger, al presentar el documental “Pobreza S.A.” en la Legislatura porteña el viernes 21 de abril. Señaló que esas personas quieren que se las respete en sus derechos personales, que se potencien sus posibilidades de trabajo y de desarrollo humano integral, no que se les regalen cosas manteniéndolas dependientes. El filme presenta ejemplos de cómo la ayuda humanitaria subsidiada afectó a producciones locales en países como Haití y Kenia. Hubo un intercambio de pareceres con tres panelistas.
“Las personas pobres no son el problema, ellas son la solución del problema”, expresó la directora del Instituto Acton, Cecilia Vázquez Ger, al presentar el documental “Pobreza S.A.” en una sala de la Legislatura porteña el viernes 21 de abril.
Señaló que esas personas quieren que se las respete en sus derechos personales, que se potencien sus posibilidades de trabajo y de desarrollo humano integral, no que se les regalen cosas manteniéndolas dependientes.
“No es el comunismo, ni el socialismo del siglo XXI, los que sacarán a la gente de la pobreza”, expresó. Indicó que el Instituto Acton asume el tema de la pobreza en forma integral, “de modo explícito, con nombre y apellido”.
Y presentó el instituto como un laboratorio de ideas cuya misión es la de promover una sociedad libre y virtuosa, a través de un proyecto de ideas para un mundo mejor, vivido desde los valores de la fe cristiana.
La película presenta casos de organizaciones y acciones de ayuda humanitaria que buscando solucionar un problema en realidad concluyeron agravándolo. Por ejemplo, los envíos de arroz de productores norteamericanos subsidiados por el gobierno de los Estados Unidos para aliviar el hambre en Haití. Reducidos los aranceles de importación en ese país, esos envíos hicieron decaer y casi desaparecer la producción de agricultores locales. “De comer arroz tres veces a la semana pasamos a comer tres veces por día siete veces a la semana”, dice un testigo haitiano sobre los efectos de esos envíos gratuitos sobre la dieta alimentaria de su país.
También muestra el filme cómo el envío de ropa de segunda mano norteamericana para ayudar a los pobres tuvo un impacto negativo sobre la industria textil local en Kenia, sus puestos de trabajo y sus propios diseños, representativos de su cultura.
Al mismo tiempo, la película expone los efectos positivos de pequeños emprendedores que con su trabajo contrarrestan la pobreza de su entorno y generan mejores condiciones de vida para sus familias.
En un intercambio posterior, el concejal sanisidrense Marcos Hilding Ohlsson, de ConVocación por San Isidro, elogió los ejemplos de emprendedores en zonas del conurbano, “gente de abajo que viene remándola”, enfrentando complicaciones y trabas. En tanto, observó, las cosas se le hacen más fáciles a quien conoce al puntero del barrio, en una suerte de industria de la pobreza donde hay políticos que usan a los que menos tienen. Invitó a ver en el pobre no solamente alguien que necesita ayuda sino alguien con un potencial enorme, que puede desplegar en beneficio propio y de la sociedad.
Gustavo Hasperué y Mario Šilar, investigadores del Instituto Acton, cuestionaron las visiones simplistas y demagógicas que ofrecen soluciones fáciles a cuestiones complejas. Señalaron la importancia del marco institucional, cultural y económico para fomentar el trabajo y lograr con esfuerzo mejores condiciones de vida. Invitaron a preguntarse: ¿Por qué no tienen trabajo los desempleados? ¿y por qué los que tienen trabajo ganan tan poco? Estimaron que el tema es cómo se arreglan esas cuestiones, no cómo poner parches a las consecuencias.
La última actividad de “La Semana Acton” estará dirigida a seguir con la difusión del documental “Pobreza S.A.”. De esa manera, el profesor Gustavo Hasperué la presentará el jueves 27 de abril en la ciudad de Corrientes . El trailer, con subtítulos en español, se puede apreciar aquí:
Señaló que esas personas quieren que se las respete en sus derechos personales, que se potencien sus posibilidades de trabajo y de desarrollo humano integral, no que se les regalen cosas manteniéndolas dependientes.
“No es el comunismo, ni el socialismo del siglo XXI, los que sacarán a la gente de la pobreza”, expresó. Indicó que el Instituto Acton asume el tema de la pobreza en forma integral, “de modo explícito, con nombre y apellido”.
Y presentó el instituto como un laboratorio de ideas cuya misión es la de promover una sociedad libre y virtuosa, a través de un proyecto de ideas para un mundo mejor, vivido desde los valores de la fe cristiana.
La película presenta casos de organizaciones y acciones de ayuda humanitaria que buscando solucionar un problema en realidad concluyeron agravándolo. Por ejemplo, los envíos de arroz de productores norteamericanos subsidiados por el gobierno de los Estados Unidos para aliviar el hambre en Haití. Reducidos los aranceles de importación en ese país, esos envíos hicieron decaer y casi desaparecer la producción de agricultores locales. “De comer arroz tres veces a la semana pasamos a comer tres veces por día siete veces a la semana”, dice un testigo haitiano sobre los efectos de esos envíos gratuitos sobre la dieta alimentaria de su país.
También muestra el filme cómo el envío de ropa de segunda mano norteamericana para ayudar a los pobres tuvo un impacto negativo sobre la industria textil local en Kenia, sus puestos de trabajo y sus propios diseños, representativos de su cultura.
Al mismo tiempo, la película expone los efectos positivos de pequeños emprendedores que con su trabajo contrarrestan la pobreza de su entorno y generan mejores condiciones de vida para sus familias.
En un intercambio posterior, el concejal sanisidrense Marcos Hilding Ohlsson, de ConVocación por San Isidro, elogió los ejemplos de emprendedores en zonas del conurbano, “gente de abajo que viene remándola”, enfrentando complicaciones y trabas. En tanto, observó, las cosas se le hacen más fáciles a quien conoce al puntero del barrio, en una suerte de industria de la pobreza donde hay políticos que usan a los que menos tienen. Invitó a ver en el pobre no solamente alguien que necesita ayuda sino alguien con un potencial enorme, que puede desplegar en beneficio propio y de la sociedad.
Gustavo Hasperué y Mario Šilar, investigadores del Instituto Acton, cuestionaron las visiones simplistas y demagógicas que ofrecen soluciones fáciles a cuestiones complejas. Señalaron la importancia del marco institucional, cultural y económico para fomentar el trabajo y lograr con esfuerzo mejores condiciones de vida. Invitaron a preguntarse: ¿Por qué no tienen trabajo los desempleados? ¿y por qué los que tienen trabajo ganan tan poco? Estimaron que el tema es cómo se arreglan esas cuestiones, no cómo poner parches a las consecuencias.
La última actividad de “La Semana Acton” estará dirigida a seguir con la difusión del documental “Pobreza S.A.”. De esa manera, el profesor Gustavo Hasperué la presentará el jueves 27 de abril en la ciudad de Corrientes . El trailer, con subtítulos en español, se puede apreciar aquí:
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