Entrevista a James Tooley: El arte de educar en las periferias de la existencia
por Mario Šilar
Fuente: Club LD / Libertad digital (España)
Hay algunas ideas muy extendidas, que a fuerza de repetirse como mantras configuran nuestro modo de ver el mundo. Una de ellas, muy extendida en las sociedades avanzadas, es la idea fuertemente extendida de que la educación privada es para las élites y clases altas de la sociedad mientras que “es necesaria” la educación pública para asegurar el acceso a mejores oportunidades para los que menos tienen. ¿Es esto realmente cierto? ¿Es verdad que las personas que menos tienen no podrían o no estarían dispuestas –fruto de las dramáticas condiciones en las que viven– a pagar por la educación de sus hijos? El maestro, profesor universitario e investigador James Tooley (Newcastle University, Reino Unido) lleva más de veinte años analizando un fenómeno tan maravilloso como poco conocido, el de las escuelas privadas de bajo coste (low-cost private schools) que surgen en las regiones más recónditas del planeta sin ningún tipo de ayuda gubernamental. Los estudios e investigaciones que ha llevado a cabo durante todos estos años apuntan todos en la misma dirección: estas escuelas superan en rendimiento a las escuelas públicas a una fracción del coste de estas últimas. Por mencionar un caso, la joven Malala Yousafzai, que sufrió el salvaje ataque del fanatismo religioso, era una alumna de estas escuelas privadas low-cost. Algunos resultados de estas investigaciones, a contracorriente del pensamiento dominante, se encuentran en su libro –recientemente traducido al español– El bello árbol. Un viaje personal a cómo las personas más pobres del mundo se están educando a sí mismas, (Madrid, Unión Editorial, 2015, 478 páginas). También es posible encontrar en la web una charla TED, que resulta de gran interés. El profesor Tooley posee la vitalidad del investigador apasionado, junto con la flemática típicamente inglesa junto a un espíritu explorador –propio de principios del siglo XX– que le ha llevado a trabajar y recorrer los lugares más remotos del planeta. De hecho, cuando arriba en un nuevo país, sus viajes suelen ser generalmente a países en vías de desarrollo, pide al taxista en el aeropuerto que le lleve a las chabolas de la ciudad. Una vez allí, empieza a indagar qué sistemas de educación utilizan quienes habitan allí. Sus proyectos más recientes le han llevado a América Central, México, Honduras y Guatemala, principalmente.
- Recientemente se ha publicado la traducción española de su famoso libro The beautiful tree, de 2009 (El bello árbol, Madrid, Unión Editorial, 2016). ¿A 7 años de la edición original podría brevemente describir la recepción de sus tesis en la comunidad científica en la actualidad?
La recepción de mi libro fue muy dispar. El libro no gustó a la mayoría de los académicos expertos en desarrollo. Presumiblemente esto se debió a que estaba señalando un fenómeno que había pasado completamente inadvertido para ellos. También porque yo apoyo el sistema de educación privada de bajo costo (low-cost private education) como un camino de progreso para los pobres mientras que ellos consideran que solo debería encararse de los pobres los sistemas de educación pública o gubernamental. Sin embargo, el libro ha tenido muy buena acogida entre mucha gente –no específicamente académicos–, que se desempeña en áreas vinculadas a los programas de desarrollo y, especialmente, en la opinión pública en sentido amplio. Casi todas las semanas recibo algún correo electrónico de algún lugar del planeta donde alguien me agradece por haber escrito el libro, diciéndome que se siente inspirado luego de su lectura. Eso es muy gratificante y hace que el ataque o rechazo por parte del mundo académico resulte irrelevante.
- Noté que su libro no sigue los cánones de textos académicos, especialmente por el registro intimista y las pinceladas de gran belleza literaria que deja traslucir. Todo esto lo convierte en un género literario sui generis, como una especie de biografía detectivesca. ¿Tuvo una intención expresa al elaborar este tipo de narrativa o fue más bien algo inintencionado?
Creo que eso fue algo intencional. Quise combinar mis experiencias autobiográficas con una discusión de nivel más académico sobre las ideas subyacentes al problema que analizo. Estoy convencido que esta aproximación no ha sido del agrado de algunas personas –en efecto, la redacción supone un trabajo a mitad de camino entre el registro académico formal y el propio de las memorias. Sin embargo, esta era, la única manera en la que encontré posible escribir sobre mi trabajo. Tal vez porque, en última instancia, todo esto se ha convertido en el trabajo de mi vida y me involucré profundamente en él.
- Si bien en The beautiful tree narra algunas situaciones “incómodas” con autoridades locales –se puede destacar el intenso interrogatorio al que fue sometido en un sótano de de un edificio gubernamental Zimbabue, en el año 2014, en Hyderabad (India) ocurrió algo mucho más grave: fue privado de su libertad durante una semana. Ha plasmado la experiencia de haber estado en prisión en la India en una obra de publicación más reciente, Imprisoned in India. ¿Ha afectado esta experiencia de algún modo su relación con sus amigos y su familia?
Sí, mi nuevo libro se publicó el pasado mes de noviembre. Estuve retenido en la India durante cuatro meses, sin mi pasaporte. Toda la experiencia fue abrumadoramente difícil, no solo para mí sino, como indico en el epílogo, también afectó a mis seres queridos. Sin embargo, quise que el subtítulo del libro reflejara no simplemente mi desafortunada experiencia personal sino el drama tan extendido en la India de abusos penitenciarios. Un enorme grupo de personas sencillas padecen la ignominia de un sistema penitenciario disfuncional. Por lo que mi libro simplemente utiliza mi experiencia personalizar para visibilizar las tremendas injusticias que padecen los ciudadanos de la India. De hecho, muchos de ellos se encuentran afectados por el sistema de justicia de modo permanente mientras que mi detención fue solo temporal.
- Los resultados de sus investigaciones se han terminado imponiendo, cosa que está causando un cambio de paradigma por parte de la comunidad científica y de los expertos en políticas educativas. No obstante, algunos críticos han señalado que sus tesis pueden ser operativas en países con elevados índices de pobreza pero no en regiones donde se registran niveles de pobreza extrema, como pueden ser los casos de Liberia, Sierra Leona o el sur de Sudán. Imagino que esto supuso un nuevo desafío para su espíritu investigador y aventurero.
Sí, me tomé en serio esta crítica y dirigí una nueva investigación de campo sobre este fenómeno en los tres países que Ud. cita. Sin embargo, para mi tranquilidad, se volvió a presentar el mismo escenario relevado anteriormente: la mayoría de los niños escolarizados en los sistemas de educación privada low-cost, superaban en rendimiento a las escuelas públicas gubernamentales, y eran económicamente accesibles a las familias ubicadas en la línea de pobreza. He escrito una monografía sobre esta investigación que se publicará en la editorial Springer en la primavera de 2017. El trabajo se titulará Education, War and Peace (Educación, guerra y paz). El IEA (Institute of Economics Affairs) también la publicará en el futuro.
Algunos de los resultados de estas investigaciones se pueden encontrar aquí y aquí.
- En su obra hay varias menciones que muestran una gran afinidad con el trabajo de William Easterly, el experto internacional en economía del desarrollo. ¿Ha llevado esto a que exista una relación personal de amistad?
He tenido solamente un encuentro con el profesor William Easterly, aunque él fue lo suficientemente cortés para escribir una reseña de mi libro. Me encantaría poder conocerlo más y comentar los resultados de nuestras investigaciones.
- Imagino que su trabajo también se ha enriquecido del contacto cercano con el profesor nacido en Calcuta, Sugata Mitra. ¿En qué medida se ha enriquecido su investigación como fruto del contacto asiduo con Sugata Mitra?
En verdad, yo fui la persona que reclutó a Sugata Mitra para la Newcastle University. De hecho, me sentí muy inspirado por su trabajo en el NIIT, en la India. Hemos colaborado juntos en varios proyectos iniciales, –me refiero a sus primeros pasos con el SOLE (self-organizing learning environments), en el contexto de una escuela low-cost que dirigía en Hyderabad, India. Somos íntimos amigos y seguimos inspirándonos mutuamente en nuestro trabajo.
- Sabemos que el futuro no está escrito, sin embargo ¿podría aventurar en qué proyectos estará embarcado dentro de cinco años?
¡Esta sí que es una buena pregunta! Estoy actualmente en un período sabático de mi vinculación con la Newcastle University, a fin de avanzar en proyectos prácticos de campo, en primer lugar en África y ahora en América Central (con base en Honduras). A veces me siento muy tentado por continuar esta tarea práctica en lugar de volver a la universidad en breve. En todo caso, es posible que dentro de cinco años me encuentre envuelto en algún proyecto educativo en algún lugar de América Central más que en el Reino Unido. ¡Veremos!
- ¿Podría señalar algunos de los scholars que han iluminado su investigación y comprensión de la resiliencia de la sociedad civil y de las instituciones de libre mercado para combatir un problema tan dramático como el de la pobreza y la educación?
Mi principal mentor fue el profesor E. G. West, que escribió Education and the State (Edwing George West, La educación y el estado, Liberty Fund, Indianapolis 3a ed., 1994). He escrito un libro sobre el trabajo de E. G. West, titulado Economic Liberalism and the Role of Government in Education (El liberalismo económico y el rol del gobierno en la educación).
Otros profesores que inspiran mi trabajo son William Easterly, arriba mencionado, y, ya a un nivel más histórico, me gustaría recordar las figuras de Friedrich A. Hayek y de Milton Friedman.
- Luego de tantos años y de tener tanta experiencia con los actores gubernamentales de países en vías de desarrollo, ¿cuál cree que sería el espacio que debería ocupar el sector gubernamental en la educación de los más pobres?
Puede sonar algo radical pero tengo la convicción, luego de tantos años de estudio y de tantos sitios en los que estuve, que los gobiernos deberían liberalizar (desregular) la educación. De este modo, podrían florecer todo tipo de sistemas de provisión educativa, incluyendo los sistemas de enseñanza privada low-cost.
- En su obra aparece frecuentemente el problema de la corrupción como un factor muy dañino en el intento de lograr una relación más fluida entre el sector gubernamental y las iniciativas de privadas de educación. ¿Cree que hay alguna manera de disminuir esta variable o se trata de algo casi inherente a los incentivos con los que actúan los funcionarios gubernamentales?
He intentado explorar algunas de las razones que permiten comprender la corrupción en mi último libro, Imprisoned in India. Recomiendo su lectura para abordar un tema tan denso y complejo.
- Al leer las páginas de su libro se percibe su delicadeza, respeto e incluso admiración a muchos de los modus vivendi que encuentra en las comunidades de África, de India o de China. ¿Podría comentar cómo influyó en su concepción del ser humano la riquísima experiencia cultural que ha podido vivir durante todos estos años?
Me siento muy afortunado de haber podido rastrear, a través de mis viajes, el espíritu emprendedor que anida en los seres humanos. Me parece extraordinario el modo como los pobres han podido crear oportunidades de mejora educativas para ellos mismos, sin ninguna asistencia de las administraciones gubernamentales o de las agencias internacionales. Mi asombro y admiración por la humanidad se han ido incrementando a lo largo de todos estos años.
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