Fuente: Filosofía para mi (Blog personal)

Por Gabriel J. Zanotti

5 de junio de 2021

 

¿Cómo que no me importa que la gente muera?

¿Cómo que no me importan las muertes de amigos y familiares?

¿Cómo que desprecio la enfermedad de tantos?

¿Acaso niego que hay neumonías bilaterales atípicas?

No.

Lo que he afirmado siempre es que las libertades individuales (derechos humanos de los que tanto se habla) no se deben violar por ningún motivo. Porque, además, de esas libertades también se vive. Sé que eso es muy ininteligible.

También sé que es difícil entender mi oposición a todo tipo de planificación soviética: en economía, en educación, en salud, en seguridad social, en todo.

Por ende, me he opuesto siempre a que esta emergencia sanitaria se trate con una sola voz, con un solo diagnóstico y tratamiento, impidiendo la libre oferta, demanda y decisión de tratamientos alternativos y censurando, persiguiendo y encarcelando a todos los médicos y pacientes que piensen diferente.

Eso no es, de ningún modo, NO preocuparme por la muerte, sino alentar a la vida, porque la planificación central de la salud, como en todo, produce la muerte.

Comprendo perfectamente que haya muchos que piensen que la vida no me importa.

Me ha pasado así desde los 13 o los 14, cuando comencé a estudiar y a defender al liberalismo clásico.

Ejemplos: estoy a favor de la economía de mercado, luego no me importa la pobreza.

Estoy a favor de la educación libre, luego no me importa que la gente sea ignorante.

Estoy en contra de que el Estado controle la ecología, luego no me importa el medio ambiente.

Estoy en contra de que los gobiernos intenten violar el principio de no agresión para defender a minorías antes injustamente coaccionadas, luego estoy en contra de los gays, de las mujeres y de los afroamericanos.

Así sucesivamente…

Y ahora estoy en contra de las cuarentenas obligatorias, luego no me importa la salud de mi prójimo.

Lo mismo me hubiera sucedido en el s. XIII. ¿Cómo que estás a favor de la libertad religiosa? ¿No te importa que la gente pierda su alma? (Interesante: en ese tiempo, salud era igual a salvación del alma…).

Es interesante esto de ser siempre el malo.

Que Dios se apiade de mi alma.