3 de agosto de 2021
Fuente: Religión en Libertad
El sacerdote cubano Rubén Orlando Leyva, conocido como padre Rubén de la Trinidad, ha publicado en su cuenta de Facebook un mensaje emocionante animando a los cubanos a mantener la esperanza pese al desinterés de la comunidad internacional por la situación de represión y falta de libertades en la isla. También denuncia el engaño de las autoridades, que, asegura, ocultan las muertes y la escasez de medicamentos y alimentos.
“Cuba está muriendo, no podemos cerrar los ojos ante la crudeza de esta realidad. Hay gente muriendo en los hospitales y en los centros de aislamiento por falta de medicina. En Cuba no hay siquiera lo más elemental, como analgésicos, antibióticos o vitaminas. El pueblo desnutrido y sin vacunar va enfermando en una población muy vulnerable, por el hambre y la pésima nutrición”, denunció en su mensaje del 1 de agosto.
«El dueño absoluto de la nación, el partido»
A la vez, dijo que “los medios de comunicación mienten impunemente, guardando el discurso oficial permitido por el ‘dueño absoluto’ de la nación: el gobierno, el único partido, el comunista, el estado, las fuerzas armadas (todo ello es la misma cosa)”.
El P. Rubén de la Trinidad es sacerdote religioso paúl y dirige la plataforma digital Red Juvenil Católica de Cuba.
Fue ordenado sacerdote el 26 de septiembre de 2020 y realiza su ministerio en Santiago de las Vegas, en La Habana.
El padre Rubén lamenta que “no existe un apoyo concreto por parte de la comunidad internacional” para Cuba.
“Tristemente este trago amargo de fatalidad que se eterniza desde el triunfo del mentiroso y camaleónico dictador en 1959 [Fidel Castro], es un trago que nos toca a todos los hijos de esta amada Isla, estemos dentro o fuera de ella”, comentó.
Esperanza para los cubanos
“Siempre hay una esperanza», añade. «Una esperanza de que toda esta pesadilla pasará, que estos 62 años de silencio y miedo corderil ya han acabado con el pasado #11J. Que Cuba tiene ahora la oportunidad de escribir una nueva historia, Cuba tiene ahora la oportunidad de ser valiente y dar un giro en esta ruta tan accidentada. Cuba tiene el chance de retomar el camino que nunca debió abandonar, de una República democrática y realmente libre en su participación política, social y económica”, expresó el presbítero.
En ese contexto, dijo que “las fuerzas armadas y policiales tienen el chance de unirse a aquél a quien deben servir y no reprimir, al pueblo”.
“El gobierno actual tiene la oportunidad de procurar un legado y futuro diferente para las generaciones nuevas, que contemplan con claridad y repugnancia la ineficacia de una ideología del odio y la no-libertad, enquistada en el poder. Los que ostentan el poder político, militar y económico en Cuba tienen ahora la oportunidad de acabar de enterrar este sistema obsoleto, absurdo y oscuro que es el comunismo y que está dando las últimas pataletas”, aseguró.
El P. Rubén pidió a las autoridades cubanas que “no prolonguen más este fatídico letargo que está aniquilando las vidas, las familias, y lo poco que queda de valores y esperanza en Cuba”.
Libertad de emprendimiento: el marxismo fracasó
“Seamos todos juntos los protagonistas de una nueva Cuba, con verdaderos derechos, con libertad de emprendimiento, con libertad económica, con sueños y sonrisas en los labios y los corazones. Acaben de reconocer, ustedes que gobiernan en medio del descontento popular, que el marxismo no es querido por los hijos de la patria, que el comunismo es una importación nefasta de los soviéticos, que ni a ellos les resultó”, continuó.
También pidió a las autoridades de la isla que “aprendan a valorar todo el legado invaluable de los verdaderos héroes y próceres de Cuba”.
“Hay tanta riqueza política que aprender de los forjadores de la nación y de la República, y a la vez, tanta energía y capacidad en las nuevas generaciones que son los que deben estar al frente del país que deseamos”.
Para el P. Rubén de la Trinidad, haciendo referencia al #11J, la “Cuba que anhelamos ya puso sus fundamentos en los corazones de todos los cubanos que han clamado angustiosa y calladamente por la libertad durante más de 60 años, y que ahora ya han decidido sacar del pecho este clamor amargo y dulce a la vez, de una vez y por todas”.
El presbítero pidió a sus compatriotas “armarnos de esta esperanza para levantar nuevamente la nación”, en una Cuba “donde no reine más la ideología, donde todos quepan, donde las calles sean de todos, donde el poder no oprima ni reprima, ni golpee”.
“Una Cuba donde el límite de la libertad sea la caridad y el derecho ajeno, donde nadie tenga que esconderse o bajar la voz para expresar lo que piensa y cree correcto. Una Cuba donde haya verdadera participación política y donde se pueda emprender con libertad. Una Cuba, en fin, en manos de los cubanos y no más de ninguna dictadura”, continuó.
Reconocer ante Dios
Finalmente, el P. Rubén dijo que es “el tiempo de reconocer personalmente ante Dios nuestra mezquindad, si la hubo, y retomar las riendas de nuestra historia, para poner cada cosa en su sitio y terminar ya con esta desgastante pesadilla”.
“¡Viva Cuba Libre! Dios, Patria, Vida, Libertad para Cuba, esta es mi humilde oración a nuestro Señor Jesucristo y a su santísima Madre. Amén!”, concluyó.
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