Por: Carlos Rodríguez Braun
Fuente: La Razón
31 de enero de 2024
Bastantes cristianos yerran al sospechar de las empresas y creer que «los negocios están inevitablemente animados por el egoísmo y la codicia»
El padre Robert Sirico, sacerdote católico y fundador del Acton Institute, es un destacado defensor de la compatibilidad entre catolicismo y liberalismo. Lo probó hace unos años con su libro En defensa del libre mercado, que publicó LID Editorial –y que reseñamos aquí: https://bit.ly/3NZK53v –. Vuelve sobre el tema con singular maestría en La economía de las parábolas, que acaba de aparecer en Ediciones Deusto.
Este libro, que cuenta con un prólogo de Vicente Boceta, presidente del Centro Diego de Covarrubias, fue definido por Mario Šilar, profesor en la Universidad de Navarra y autor de la traducción, como «una reflexión profunda y provocadora sobre las conexiones entre las enseñanzas de Jesús, la racionalidad económica y la libertad».
Desfilan todas las parábolas de Nuestro Señor Jesucristo, y el padre Sirico las analiza desde el punto de vista moral y religioso, porque «Jesús nos está interpelando acerca del modo en que podemos derivar enseñanzas trascendentes del contexto de nuestra vida cotidiana». Una muy importante es despejar la falacia de la suma cero, empleada con frecuencia para condenar éticamente el mercado: «las parábolas se basan en temas comerciales para plantear cuestiones morales más amplias… e incluso nuestra relación con Dios, de modo que resulta difícil entender por qué el comercio es malo». Bastantes cristianos yerran al sospechar de las empresas y creer que «los negocios están inevitablemente animados por el egoísmo y la codicia». Lo cierto es que «al contrario de lo que se predica desde muchos púlpitos, el éxito de los prósperos no tiene por qué producirse a expensas de los pobres».
El libro distingue política y moral, y denuncia que «el Estado moderno ha suplantado cada vez más al buen samaritano», de modo que hay personas que piensan «que están cumpliendo sus obligaciones morales hacia el prójimo simplemente pagando impuestos». La profesora Clara Piano, de la Austin Peay State University, señaló con acierto en Law & Liberty que la comprensión de la economía propicia un recto sentimiento moral, representa un antídoto frente a la envidia, y pondera el valor de las instituciones de la libertad: «cada parábola con contenido económico da por sentada la legitimidad de la propiedad privada».
En resumen, lo que deja bien claro este libro es que la economía de las mujeres y los hombres libres no se opone a las enseñanzas evangélicas, en absoluto.
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