Por Manuel Alvarado Ledesma
Fuente: La Nación
5 de septiembre de 2024

Es difícil encontrar un economista a cargo del Ejecutivo de un país, pero los hay. Merece destacarse al de nuestro país, Javier Milei, quien alcanza la presidencia afirmando que las instituciones fundamentales son la propiedad privada, los mercados libres, la libre competencia, la división del trabajo y la cooperación, con una abrupta irrupción en la escena política. Se trata de un fiel seguidor de la escuela austríaca de economía y un gran admirador de Friedrich von Hayek.

No es Milei el único en el poder. El premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus, economista de reconocimiento mundial, acaba de asumir como líder de Bangladesh, luego de la expulsión violenta de Sheihk Hasina, quien ejerció el poder con mano de hierro a lo largo de 15 años. A raíz de la hambruna en su país durante 1974, y conmocionado por esta, Yunus decidió relegar lo aprendido en reconocidas universidades y abocarse a encontrar soluciones de resultados más inmediatos. De esta experiencia, deja de lado la economía neoclásica, a la que visualiza alejada de la realidad. En sus palabras: “Mientras la gente se estaba muriendo de hambre en las calles, yo estaba enseñando elegantes teorías económicas. Nosotros, los profesores universitarios, éramos tan inteligentes, pero no sabíamos nada de la pobreza que nos rodeaba”.

No se distancia demasiado de Milei cuando afirma: “Somos partidarios de reducir la intervención del Estado. Apoyamos la economía de mercado y la creación de empresas… Creemos en la intervención social sin que el Estado se involucre en la industria o en los servicios”.

Aunque resulte extraño, Yunus podría considerarse un seguidor de Hayek, quien había afirmado muchos años antes: “No podemos censurar a nuestros jóvenes porque prefieran la posición segura, a sueldo, al riesgo emprender, cuando desde la primera juventud han visto a la primera considerada como ocupación superior”. Yunus entiende que, más que buscadores de empleo, las personas son básicamente emprendedores. “En las escuelas –escribe Yunus– deberían enseñar que, al crecer, hay dos opciones: ser emprendedor o buscador de empleo”. Así puso en práctica el concepto de los microcréditos para combatir la pobreza y fomentar el crecimiento económico.

En la década de 1990 sobresale otro conocedor de la economía. Aunque no se haya formado académicamente, se trata de Fernando Henrique Cardoso. Sociólogo de renombre mundial, fue inspirador, en la década de 1970, del desarrollo dependiente, combinando la sociología, la economía y la ciencia política para brindar una visión interdisciplinaria con un perfil colectivista. Pero, con el paso del tiempo fue virando desde su posición marxista hacia ideas más ortodoxas, con características liberales y de austeridad en el gasto público.

Cardoso comprendió claramente el problema de la inflación. Y en eso coincide con quien luego llegaría la presidencia de la Argentina. Escribe Milei: “Uno de los impuestos que más odio, que deriva de la emisión monetaria, es el de la inflación”. El “plan real”, de ajuste monetario y choque antiinflacionario implementado por Cardoso cuando era ministro de Hacienda de Brasil durante el gobierno de Itamar Franco, pudo frenar una inflación desbocada y estabilizar las finanzas, y merced a ello llegó a la presidencia (1995-2002).

He aquí tres personas con gran conocimiento de la economía, amigables con la economía de mercado y que ejercen el poder o lo han ejercido, en países subdesarrollados. Puede ser que estemos frente a un cambio.

Economista