Por Pbro. Gustavo Irrazábal
Abril 2025

Cuenta el Evangelio según San Juan (8,1-11) que, en una oportunidad, los fariseos le llevaron a Jesús una mujer sorprendida en flagrante adulterio para preguntarle: “Maestro, Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?” La trampa era clara: si Jesús respondía “hay que apedrearla”, su enseñanza sobre la misericordia de Dios se hubiera demostrado irrelevante; si, en cambio, rechazaba ese castigo, lo hubieran acusado de enseñar contra la Ley de Moisés.

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