Por Gabriel Zanotti
Fuente: Filosofía para mí
12 de octubre de 2025

Cultura Democrática ha editado un importante libro titulado Pensadores del s. XIX y XX para el Humanismo del s. XXI.(https://www.amazon.com.mx/Pensadores-del-Siglo-para-Humanismo-ebook/dp/B0FT123CJ2);(https://www.youtube.com/watch?v=2jg3sjT1Y-Y).

La compilación es de María Laura Picón y Micaela Hierro Dori. Los autores son: Diego Serrano Redonet (Lord Acton), Juan Facundo Torres Brizuela (Buber), Ricardo del Barco (Maritain), Celia Veloso (Ortega), María Laura Picón (Edith Stein), Julio Borges Junyent (Lewis), María Sol Rufiner (Simone Weil), Juan Bautista Peris Roig (Julián Marías), Cristian Rojas González (Ratzinger), Wilhelm Hofmeister (Adenauer, Erhard), Mariana Aylwin (Patricio Aylwin), Enrique San Miguel Pérez (Robert Kennedy), Mtro. Julio Castillo López (Carlos Castillo Peraza) y Micaela Hierro Dori (Oswaldo Payá Sardiñas). La obra está dividida en dos secciones: los autores de ideas que inspiran la acción, desde Lord Acton hasta Ratzinger, y los hombres de acción inspirados en ideas, desde Adenauer hasta Oswaldo Payá.

Todo el libro es un homenaje. Homenaje a pensadores comprometidos con su tiempo, que pusieron su inteligencia y su talento al servicio de un mundo mejor, todos arriesgando su prestigio y sus vidas; y también un homenaje a los hombres de acción que, por supuesto, dieron, en varios casos, su vida por ser fieles a sus ideas y a su compromiso político. Estos últimos casos son muy relevantes actualmente porque nos muestran que la política concreta no es el barro de la inmoralidad, sino que puede ser un altar del heroísmo, y que nadie puede excusar las bajezas de muchos diciendo “la política es así”. Esos hombres, europeos y latinoamericanos, son un ejemplo para los más jóvenes que se quieran dedicar a la política, para que la vean como un servicio, una ética y una vida íntegra, pagando los precios que haya que pagar. Y los primeros, los pensadores, son todos ellos un ejemplo de lo que puede lograr el pensamiento humano cuando se deja moldear por los ideales humanistas del Judeo-Cristianismo, ese correctivo de la razón, según J. Ratzinger.

Qué bueno sería que hubiera más contacto, tanto académico como práctico, entre estas ideas y las del liberalismo clásico, para el cual son tan importantes autores como Lord Acton, Maritain, Ratzinger o Adenauer, para citar sólo unos pocos. Aunque sea muy poco, para eso existen institutos como el Acton Institute de EEUU, el Instituto Fe y Libertad de Guatemala y el Instituto Acton  Argentina. Ojalá ese contacto se incremente.

Dios bendiga a Cultura Democrática y a su gente, y esperemos que esta obra sea una fuente de inspiración para muchos, en estos momentos tan terribles de la cultura occidental.