Por Gabriel Zanotti
Fuente: Filosofía para mí
Junio 2025

Siguen las «tomas de colegios» por parte de adolescentes por el caso Cristina Kirchner.

¿Por qué es un grave problema cultural?

Posiblemente tenga cansados a mis pocos lectores del tema del «pacto constitucional originario», tan importante en todos los países que quieran vivir el Estado de Derecho Constitucional, liberal clásico, que nuestro país nunca alcanzó.

Cuando NO se logra, lo que queda es una convivencia difícil de facciones, siempre entrando y saliendo de la guerra civil, entre dos paradigmas enfrentados.

Uno cree en el Estado de Derecho liberal clásico. En ese paradigma hay que cumplir con las normas de la República liberal, la Constitición no se rompe, y no se viola impunemente el derecho de propiedad.

En el otro, por izquierda o por derecha, esas normas son una importación de instituciones anglosajonas protestantes ajenas al auténtico espíritu del pueblo. Para este paradigma, hay cosas que NO son delito. La toma de espacios públicos, la invasión de vías de tránsito, la toma de edificios diversos, públicos o privados, no son delitos sino el ejercicio del derecho a la resistencia a la opresión contra el sistema liberal extranjero, opresor, representante de una modernidad ajena, a su vez, a la Nación, al Pueblo, a «La Patria». Y eso es lo de menos. La guerrilla argentina de los años 60 y 70 bebió en esas fuentes más una interesante adaptación del derecho a la resistencia a la opresión de los escolásticos del s. XVI (como vemos, no tomaban de ellos, precisamente, la lectura de Hayek, Rothbard, Grace-Hutchison……).

En esas fuentes se siguen alimentando estos nenes, estos niños que toman colegios. Son la renovación generacional de un kirchnerismo. Dentro de 30 años, tal vez más, tal vez menos, serán diputados, senadores, gobernadores, intententes, presidentes……

Y la Argentina seguirá con suerte en esta democracia de facciones de la cual parece que nunca saldrá.

Así de grave es el problema.