HISTORIA DEL INSTITUTO ACTON
Las actividades del Instituto Acton nacen como resultado de la iniciativa de sus cofundadores, Cecilia G. de Vázquez Ger, economista por la universidad de Buenos Aires y magíster en Economía y Ciencias Políticas por el ESEADE, y Gabriel J. Zanotti, Doctor en Filosofía por la UCA. Los unía una larga amistad y el deseo de desarrollar un proyecto que permitiera implementar una difusión sistemática de la tradición del pensamiento liberal clásico.
«En mi vida hubo siempre varios ejes que me guiaron hacia adelante: la fe, la familia y el saber. Después de un largo camino, aprendí que no sólo es posible sino indispensable fundar nuestro vivir integrando la fe, la vida y la oración. Aprendí que mis ideas sobre una sociedad libre, sobre la economía de mercado y todos sus beneficios no se contradecían con la fe católica -todo lo contrario, se complementaban. Aprendí que es posible ser católico y, a la vez, partidario de una economía de mercado y de las tradiciones del pensamiento liberal clásico. Aprendí que la fe dialoga con la razón y que este es un puente necesario para hablar como cristianos en el mundo.
A través de la misión del Instituto Acton, descubrí un modo de integración de todo lo anterior, fundamental a la hora de difundir este ideario, donde la persona humana es el origen y destinatario de este mensaje».
Cecilia Vázquez Ger
«Siempre estuve convencido de que el futuro de la Civilización Occidental consiste en recuperar los valores judeocristianos que le dieron origen. Fue por eso que he dedicado gran parte de mi tarea académica a la demostración de que el liberalismo clásico y la economía de mercado no son incompatibles con la Doctrina Social de la Iglesia. Y esa es precisamente la misión y visión del Instituto Acton».
Gabriel Zanotti
Enterados de la existencia del Acton Institute en los Estados Unidos, un think tank cristiano dedicado a la difusión y la promoción de una sociedad libre y virtuosa, en 2004 comienzan largos e intensos meses de intercambios de mails entre Cecilia y el Dr. Samuel Gregg, director de investigaciones del Acton Institute. En este diálogo, queda en evidencia la afinidad entre ambos proyectos. Esta relación nos permitió avanzar con el proyecto, de modo independiente de la fundación americana, a la vez que fuertemente integrados en el ideario y actividades compartidas.
A finales de junio de 2005, se realiza en Buenos Aires una primera presentación del proyecto ante un grupo de amigos comprometidos con las mismas ideas, con el objetivo de encontrar un primer apoyo para su puesta en marcha. El Instituto Universitario ESEADE ofrece su infraestructura, y esto permite al Instituto Acton comenzar con sus actividades en ese centro educativo.
Desde nuestros inicios, buscamos colaborar con la formación en las ideas necesarias para forjar las instituciones que defienden y promueven la libertad económica, política y religiosa. La misión no busca resultados visibles en el corto plazo porque el trabajo en el mundo de las ideas se ubica en un horizonte de largo plazo, en el que las consecuencias de las acciones no son inmediatas.
Con el tiempo, se fueron sumando más nombres a la institución, como el profesor Gustavo Hasperué, el profesor Mario Šilar y el padre Gustavo Irrazábal, quienes nos han ayudado a difundir el ideario de la institución a través de clases, conferencias, seminarios y todos los programas del Instituto Acton, tanto en la Argentina como en América Latina.
Además, a través de los años, se fue formando un Consejo Consultivo y fuimos creciendo en amigos e instituciones amigas. Hoy, todos ellos constituyen una gran red de contactos que nos permite seguir adelante en el desarrollo de nuestra misión.
El Instituto Acton ha desarrollado un crecimiento importante en los últimos años, trabajando para alcanzar lo que postulamos en nuestra visión: convertirnos en un referente dentro de los temas que promovemos. Si bien en América Latina hay importantes think tanks que comparten parte de nuestra misión en cuanto a los principios de una sociedad abierta, no existen organizaciones que a su vez promuevan la relación con la tradición católica y, por consiguiente, la perspectiva emergente de una antropología cristiana y los principios del liberalismo clásico.
Una particularidad del Instituto Acton es nuestra audiencia internacional, dado que el producto que proponemos pertenece al mundo de las ideas filosóficas, políticas, económicas y éticas, más allá del ámbito de la política pública concreta.
La misión del Instituto Acton es una guía permanente en el proceso de crecimiento y expansión de nuestra institución. Es el deseo de los que trabajamos en el Instituto Acton poder continuar con la tarea propuesta. Nos inspira la esperanza de una sociedad mejor en la que todos podamos realizar nuestros sueños, en la que los jóvenes puedan echar raíces, en donde los más necesitados puedan vivir de acuerdo a la dignidad con la que han sido creados.