4 Enero 2014


Jerry Bowyer

Me senté frente a un micrófono y con el Skype abierto para introducirme en un diálogo en el que abordamos una amplia variedad de temas con uno de los pensadores más interesantes de Norteamérica, el padre Robert Sirico, fundador del Acton Institute. El tema principal estuvo centrado en torno a una nueva serie documental titulada Poverty Cure. Si amas la libertad y a los pobres vas a querer ver este documental. Obviamente, si has leído o escuchado alguna de mis entrevistas anteriores, ya sabrás que ellas no se centran en sólo un tema de discusión. Si deseas escuchar la entrevista completa, puedes bajar el audio aquí (en inglés). A continuación transcribo algunos de los puntos principales de la entrevista, que duró algo más de una hora.

Jerry Bowyer (JB): “El P. Sirico, fundador del Acton Institute y, en mi opinión, uno de los pensadores más importantes denuestro país en la actualidad, en el tema de la relación entre la fe (particularmente la fe cristiana) y la economía. El proyecto en el que nos centraremos hoy es en PovertyCure, que consiste en un documental de seis episodios, un festival de cine y, en muchos sentidos mucho más que eso, un auténtico movimiento. El P. Sirico nos va a hablar acerca de ello hoy. Le agradezco Padre su participación hoy aquí”.

P. Robert Sirico (RS): “Estoy feliz de estar aquí, Jerry. Gracias por invitarme”.

JB: “Hablemos un poco de PovertyCure. ¿De dónde vino la idea de hacer algo así? ¿Cuál fue la idea original que inspiró PovertyCure?”

RS: “Desde los inicios del Acton Institute, que fue hace 24 años, hemos tenido siempre la preocupación de que una educación económica sólida –una comprensión real de cómo funciona un mercado– ayudaría en primer lugar y principalmente a los más vulnerables, por lo que hemos hecho varias cosas a lo largo de estos años para demostrar o enseñar esto a la gente. Hace ya unos años, estuvimos hablando sobre cuáles eran las cosas que realmente ayudaban a los pobres… Obviamente, lo que ayuda a los pobres es el tener acceso al trabajo. Pero a medida que analizábamos las buenas intenciones de mucha gente, veíamos que muchos de ellos simplemente pensaban que la solidaridad con las personas pobres sólo se reducía a darles cosas. Desde nuestra concepción de cómo funcionan los mercados (y desde nuestra comprensión del ser humano), encuentras que, en rigor, los mismos seres humanos son los artífices de su propio bienestar y de su capacidad de salir de la pobreza. Lo que hemos querido hacer, y lo que creo que hemos logrado transmitir con gran belleza en esta serie documental en DVD es mostrar cómo se crea riqueza y en qué consiste la naturaleza de las personas cuando son capaces, a pesar de estar en medio de la pobreza, de ser creativos y ser capacesproducir más de lo que ellos consumen. –y todo esto dicho en primera persona por personas pobres y por expertos en estos temas–. A esto es a lo que llamamos, en este contexto, bienestar o riqueza: cuando puedes producir más de lo que consumes”.

JB: “De otro modo sólo subsistes o recolectas cosas”.

RS: “Exacto. Sólo subsistes, buscas algo que alguien haya dejado o estás esperando –y ahora existe una auténtica industria de la pobreza– que alguien te provea de los bienes que necesitas. Cuando te encuentras en una situación en donde las personas constantemente están dándote cosas, tu capacidad emprendedora se embota o adormece y toda tu capacidad cultural queda como aletargada. La riqueza de tu personalidad no es valorada”.

JB: “En PovertyCure hay una entrevista fascinante a una empresaria que vive en Ghana, si mal no recuerdo, y que se dedica a la industria textil. Esta empresaria afirma que “toda esta ropa donada, toda esta usada enviada desde los Estados Unidos… entiendo que lo hagan como un acto de generosidad pero nosotros teníamos una industria textil aquí. Éramos fabricantes textiles y ahora no lo somos porque no tenemos ninguna posibilidad de competir con cajas gratis de ropa enviadas desde los países desarrollados.

RS: “Sí, esto destruye la industria local. Es necesario analizar qué significa todo esto. No se trata simplemente de que algunas personas dejan de ganar dinero vendiendo ropa, significa que todos estos trabajadores mantienen a sus familias gracias a la industria textil. Además, hay otra cosa que es intangible: las personas estaban aprendiendo los hábitos del comercio, de la contracción al trabajo, de la puntualidad, del esfuerzo, de posponer la gratificación –todas estas cosas que entran en juego y forman parte del meollo de una cultura y del meollo de una economía– quedan eliminadas. Lo que termina ocupando este lugar vacío son las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones filantrópicas, quienes están allí con la mejor de las intenciones (pero que no pueden proveer de estos intangibles que se pierden). Otra parte realmente emocionante de PovertyCure es la del orfanato. Se trata de una pareja que viaja a Haití porque llevaban una pesada carga, una preocupación real y se dieron cuenta que querían adoptar un niño. Se fueron a Haití y estuvieron allí durante un año y medio, y a medida que fueron conociendo la cultura local se dieron cuenta que el niño que estaban por adoptar tenía padres. Y a medida que más averiguaban y hacían preguntas incómodas a los padres se dieron cuenta del incentivo que mueve a las familias pobres a dar a sus hijos en adopción. Al entregarlos a los orfanatos ellos logran que sus hijos pasen a formar parte de ese grupo de niños especiales que serán adoptados y enviados a los Estados Unidos. Esos niños luego podrán enviar dinero a casa, en Haití. El problema es que estos niños, en rigor, no se van a integrar en la familia que desea adoptarlos.Estos niños no quieren ser los hijos de otra familia, siendo que tienen y conocen a sus propios padres. Se trata de algo verdaderamente difícil. Creo que una cosa que es verdaderamente única de PovertyCure es que no se trata de algo que sea simple y placentero de ver. No se trata de un documental “buenista” y simplón que presente las cosas de modo que los pobres simplemente por ser pobres tengan que ser personas maravillosas. Existen preguntas muy arduas respecto de nuestras acciones filantrópicas que es necesario abordar”.

JB: “Eso es así. Aunque yo no encontré PovertyCure como algo poco placentero de ver. Mi esposa y yo miramos el documental hace un par de días –al mismo tiempo que se celebraba el festival de cine PovertyCure. Algunas partes del documental nos hicieron llorar”.

RS: “Sí, ver la cantidad de talentos y recursoshumanos que se pierden es una cosa que estremece hasta las lágrimas. También emociona lo inspirador que resulta el testimonio de estas personas que tienen una fuerza conmovedora”.

JB: “Fue más lo último en nuestro caso. Se trató de la inspiración y de lo que afirma Keats: ‘La belleza es verdad y la verdad belleza’. Había una sensación de que accediendo a las grandes verdades en lo que atañe a las leyes de la acción humana, de la naturaleza humana y todo esto dicho por las mismas personas que tantas veces han sido utilizadas como instrumento propagandístico por parte de los planificadores estatales, daba una fuerza especial al argumento. Era como una especie de Magnificat sentir esto. Los ricos del mundo –parece que ahora estoy asumiendo el discurso de la lucha de clases–, ‘el rico’ significando los políticos que se benefician del capitalismo prebendario (crony capitalism), la elite que se constituyen en elite no por la calidad de los bienes y servicios que ofrecen sino porque fueron capaces de cooptar el poder.Ellos están, de hecho, oprimiendo a los pobres. De hecho, podemos afirmar como dice Santiago “oíd ricos ahora, llorad y aullad”. No porque seamos antimercado o porque no nos gusten los emprendedores sino porque, de hecho, en la actualidad ha emergido un tipo de clase global de personas que han acumulado grandes cuotas de riqueza y poder –en la forma de acceso al presupuesto gubernamental– que tiene un tremendo poder sobre nuestras vidas a través de la coerción estatal. Y son ellos los que nos mantienen subyugados.

RS: “Eso es exactamente sobre lo que nos quisimos centrar”.

JB: “Y ellos son los que siguen manteniendo a los pobres en su situación. Darme cuenta de esto me generó mucha ira”.

RS: “Sí, eso es un poco lo que quise decir. Y te imaginas si no tuvieras el conocimiento de qué son los mercados, pero tienes un buen corazón y simplemente pensabas que esa era la mejormanera de ayudar… no se trata de denunciar la caridad… sin embargo cualquier persona medianamente sensata estará de acuerdo en que la caridad no es la forma normativa en que se logra sacar a las personas de la pobreza. Es el acceso al trabajo el que logra sacar a las personas de la pobreza.

JB: “Uno de los comentadores que aparecen en el documental –esta es una de las citas interesantes que aparecen en el documental– dice lo siguiente: “dame un ejemplo de un país que haya salido de la pobreza a través de la ayuda exterior. Simplemente muéstrame uno. No existe ninguno”.

RS: “No, no hay ninguno. Se sale de la pobreza a través de los mercados, de eso se trata la globalización”.