Fuente: Religión en Libertad
4 de enero de 2020
«Si eliges a Cristo no puedes recurrir al mago», ha proclamado el Papa Francisco en su catequesis de este miércoles durante la audiencia pública.
Se refería a los que buscan en las prácticas ocultas y la adivinación poder o seguridad o información sobre el futuro. Pero un cristiano no tiene que inquietarse por el futuro, porque tiene fe, que «es el abandono confiado en las manos de Dios».
Dios se da a conocer «no por las prácticas ocultas, sino por la revelación y con amor gratuito», ha insistido el Pontífice, comentando el libro de los Hechos de los Apóstoles, los pasajes en que San Pablo pasa por Éfeso y Mileto haciendo curaciones y maravillas.
«Los prodigios y la efusión del Espíritu a través de los sacramentos manifestaban la fuerza salvífica del Evangelio», explicó el Papa. En cierto momento del texto, el poder de Dios irrumpe en Éfeso y desenmascara a los que quieren usar el nombre de Jesús para realizar exorcismos sin tener autoridad espiritual para ello.
El Papa puntualizó el énfasis puesto por el Evangelista Lucas en la incompatibilidad entre la fe en Cristo y la magia.
«Con tales portentos, Dios desenmascaró a los que querían usar el nombre de Jesús para el propio provecho, mostrando al pueblo la debilidad de las artes mágicas. Muchos abrazaron la fe y repudiaron tales prácticas. Los fabricantes de ídolos se sintieron amenazados y reaccionaron violentamente contra Pablo, pero sus denuncias no fueron acogidas. El mensaje es claro: la magia es incompatible con la fe; Dios no se da a conocer a través de prácticas ocultas, sino que se nos revela como amor gratuito. Quien elige a Cristo se abandona confiado en las manos de Dios».
El Pontífice se detuvo en este punto de la catequesis para subrayar que la magia «no es cristiana», y para observar que aun en nuestros días, en muchos lugares, católicos practicantes recurren «por si las dudas» a magos, para hacerse leer las cartas, o las manos.
“Estas cosas que se hacen para adivinar el futuro o adivinar muchas cosas o cambiar situaciones de la vida, no son cristianas», aseguró.
Y reiteró que «la gracia de Cristo» lo da todo: «ora y confía en el Señor”, recomendó.
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