Por: Luisa Zorraquin

Fuente: Revista Criterio

Agosto 2019

 

¿Quién es Jordan B. Peterson?

Aunque poco conocido en Argentina, Jordan B. Peterson es, según un reconocido periodista del New York Times, el intelectual público más influyente del mundo occidental.[1] Por exagerado que parezca, y aún admitiendo que por “mundo occidental” se refiere al universo anglosajón, hay cifras que llaman la atención. Sus videos en YouTube suman más de 600 millones de vistas; su último libro 12 Reglas: Un antídoto para el caos,[2]editado en 2018, lleva vendidos mas de tres millones de ejemplares, ha sido traducido a numerosas lenguas y fue el libro de no-ficción más vendido en 2018 en Amazon de los EE.UU, Reino Unido y Australia. Además, unas 350 mil personas vieron a Peterson en vivo en mas de 160 ciudades de mas de 40 países durante su World Tour, una serie de conferencias que brindó para promocionar el libro durante parte de 2018.

Estas son las algunas de las frías estadísticas. Pero la pregunta persiste: ¿quién es Jordan Peterson y porqué conocerlo puede resultar atractivo para los lectores de Criterio? Permítaseme adelantar una conclusión: Peterson es un pontifex, un hombre que «tiende puentes» entre Dios y el hombre; un hombre que facilita nuestro camino hacia el cielo. Escuchar a Peterson es una praeparatio evangelica. Y esto ocurre a pesar de que Peterson no se atreve a decirse cristiano. Aclara, sin embargo, que por formar parte de occidente, está inserto y participa del marco contextual del judeo-cristianismo y resume su posición diciendo, “no puedo decir que creo en Dios pero actúo como si Dios existiera”.[3]

Peterson es un buscador de verdad. A partir de esta búsqueda profunda y sincera, que realiza con asombrosa lucidez, busca debatir e interpelar a la cultura actual. En este proceso está ayudado por su vasta experiencia clínica y su conocimiento profundo de la literatura, la psicología, la filosofía, la historia, la política y la economía contemporáneas. Desde allí, se abre a una realidad que es trascendente y nos muestra con otros ojos que, desde el punto de vista natural, científico, biológico y psicológico, la fe cristiana es bella, buena y verdadera

Doctor en psicología clínica, Peterson nació en Canadá en 1962. Está casado y tiene dos hijos. Además de ejercer la profesión en su consultorio particular durante más de 30 años ha sido, simultáneamente, docente universitario e investigador, primero en Harvard y luego en la Universidad de Toronto. Ha escrito más de cien artículos de su especialidad y dos libros. El primero de ellos, Maps of Meaning: The Architecture of Belief[4], publicado en 1999, le implicó escribir tres horas por día sin excepción durante trece años. El segundo, 12 reglas, le llevó poco menos de un año.

El prólogo a Maps of Meaning, titulado «Descensus Ad Inferos«, es una suerte de autobiografía intelectual donde relata el descenso a un infierno personal y describe la angustia que lo acercó peligrosamente a la locura y al suicidio.[5]

Comienza por su infancia. Educado por su madre en la fe protestante relata su progresivo agnosticismo fomentado por la asistencia a una iglesia que no puede dar respuesta a sus profundos interrogantes y a la incapacidad de sus maestros en conectar fe con ciencia. En la adolescencia frecuenta círculos de izquierda y abraza el socialismo.[6] Decide hacerse abogado “para cambiar el mundo”. Claro está que ese cambio siempre debía comenzar con “los demás”. Orwell lo despierta del sueño dogmático. En el ensayo final de A Road to Wigan Pier, Orwell afirma que los socialistas no aman a los pobres sino que odian a los ricos. Esta idea inmediatamente lo golpea en lo más profundo. Si bien reconoce que algunos líderes deseaban ayudar a los más necesitados, percibe que la mayoría de sus compañeros adherían a la ideología socialista para enmascarar sentimientos de odio y resentimiento promovidos por sus propias incapacidades y sus fracasos. Peterson, sin embargo, da un paso más. El problema no es la ideología socialista sino la ideología per se. La ideología, observa el joven Peterson, divide al mundo entre quienes piensan y actúan “bien” y quienes piensan y actúan “mal”. Sirve para que los que sostienen tal o cual ideología puedan ocultar y promover sus fantasías y deseos no importa cuan desagradables y malignos sean estos. Poco a poco llega a una conclusión: todo aquel que busca cambiar el mundo y no empieza por si mismo está envuelto en una mentira.

Desilusionado con la ciencia política decide estudiar psicología. Se obsesiona con la guerra fría y la posibilidad de la aniquilación del mundo. Al mismo tiempo empieza a sufrir terribles pesadillas conectadas con esta obsesión. Una noche, en el colmo de la desesperación, se pone a pintar. Sin saber bien porqué, pinta un Cristo crucificado con una gran cobra enroscada en la cintura como un cinturón. Y llega a una conclusión: todo lo que había creído sobre la naturaleza de la sociedad y sobre sí mismo era falso. Buscando dar respuesta a sus interrogantes se embarca en una aventura intelectual que lo lleva a conocer a Jung. Con Jung logra integrar los relatos mitológicos y las creencias religiosas al mundo “real”. Comprueba con asombro que el estudio de las historias y relatos mitológicos y de la narrativa bíblica hace cesar las pesadillas. Esta cura, sin embargo, no se logra sino con una completa y dolorosa transformación. En sus propias palabras, esta nueva forma de ver el mundo “me convirtió en una persona completamente diferente”, pero esta transformación no se dará solo en el plano de las creencias sino -y esto es absolutamente clave en Peterson- en cómo actuará de ahí en más.[7] Profundizando en este nuevo mundo descubre que “las creencias hacen el mundo en un sentido muy real; que las creencias son el mundo, en un sentido mucho mas profundamente metafísico” y continúa “este descubrimiento no me convirtió en un relativista moral, sino todo lo contrario. Me he convencido que este mundo-que-es-creencia es ordenado; que hay una moral universal absoluta (aunque esta está estructurada de tal modo que un espectro diverso de opinión es posible y beneficioso)”[8].

Uno de los grandes objetivos del libro es intentar descubrir y describir las razones por las cuales individuos y -a partir de ellos- los grupos, participan en conflictos sociales, y cómo se emprende el camino que conduce a cometer atrocidades tales como las perpetradas en el Holocausto o en los Gulags soviéticos. Al momento de escribir el libro, Peterson llevaba décadas estudiando Auschwitz y las masacres de la Rusia Soviética. Su investigación lo lleva a darse cuenta que, en último término, la responsabilidad siempre es individual. Por ello, en el libro, el acento no está puesto exclusivamente en los procesos grupales que llevaron a estas tragedias sino en estudiar al individuo y -más aún- a sí mismo. En el prólogo afirma: “he estado tratando de encontrar un sentido a la capacidad humana, mi capacidad, para el mal.” [9]

En una entrevista reciente,[10] Peterson vuelve sobre esta idea: “hay algo que aprender de lo que ocurrió en la Alemania nazi. Pero algo que aprender a nivel individual. Yo no pienso [acerca de los alemanes] que eran masas de personas inocentes llevadas por mal camino por un líder malévolo y tampoco creo que las motivaciones fundamentales sobre lo que ocurrió en la Alemania nazi sean económicas -cómo tampoco lo fueron en la Unión Soviética. Al estudiar más y más estos procesos, comprendí que la proclividad de los individuos a evitar responsabilidades y a mentir, especialmente acerca de sus propias vidas y acerca de sus propias experiencias, fueron las razones reales que explican porqué esos sistemas fueron llevados hasta el extremo. La lección a aprender acerca de Auschwitz es: ¿cómo me aseguro de llevar una vida tal que si me ofrecieran la oportunidad de hacer algo [así de] terrible ya sea por obra u omisión tendría la fuerza suficiente para decir que no, para resistir?” Y concluye: “las razones [de Auschwitz] son psicológicas”.[11] A la misma conclusión llegará al estudiar los crímenes del marxismo. Allí es fundamental su lectura de la obra de Alexander Solzhenitsyn, “El archipiélago Gulag”, un libro que, según él, se debería enseñar en todas las escuelas. Tan fuerte es su conexión con el libro y su autor que, al cumplirse este año el cincuentenario de su publicación, los hijos de Solzhenitsyn le pidieron que escribiera el prólogo a una nueva edición abreviada de la obra. Tan fuerte es su rechazo al marxismo soviético que mató a más de 60 millones de personas que afirma que acudir a una manifestación portando el estandarte de la hoz y el martillo, equivale, moralmente, a asistir portando la esvástica. La diferencia estriba en que el “relato” marxista del “amor por los desposeídos” otorga a sus seguidores un barniz de superioridad moral, superioridad que Peterson, a la luz de la historia de los gulags, considera una mentira total y absoluta.

 

El salto a la fama

Un hito en la vida de Peterson, que lo catapulta a la fama en su Canadá natal, es su oposición a un proyecto de ley llamado Bill C-16 que buscaba obligar a los ciudadanos a dirigirse hacia las personas transgénero por medio de pronombres tales como -en inglés- “ze”, “zir”, “they” impuestos por la ley para uso de las personas que no se reconocen en los pronombres masculino y femenino “he”, “she”. [12] Los ciudadanos que no acataran la ley serían acusados de “hate speech”, (literalmente, discurso de odio), sometidos a multas y, eventualmente, enviados a la cárcel. Enterado de este proyecto, una noche a las 2 de la mañana, Peterson realizó dos videos caseros que subió a YouTube donde explicaba las razones por las cuales se oponía a dicha ley.[13] Las razones que dio eran varias: constitucionalmente, sostuvo, el estado no podía prohibir la libertad de expresión; desde el punto de vista práctico afirmó que el problema crucial era quién definía que cosa era “odio”; políticamente, -y esto es lo más importante- afirmó que era un precedente peligrosísimo que a la larga desembocaría en una tiranía. “He estudiado el autoritarismo por mucho tiempo -por 40 años- y son iniciados por personas que buscan controlar el territorio ideológico y el lingüístico”[14]. Afirma que las diferencias entre el varón y la mujer son biológicas, y esto está científicamente comprobado. La izquierda cultural lo sabe; ha perdido la batalla con la ciencia. Por eso busca imponerse por la ley.

Los videos se hicieron virales y la vida de Peterson cambió completamente. Del día a la mañana pasó de desconocido profesor universitario a convertirse en un personaje público. Fue llamado a testificar al congreso y sostuvo tensos debates con los legisladores que impulsaban la ley. Todo el espectro progresista se dedicó a hacerle la vida imposible durante más de dos años: fue ferozmente atacado y vilipendiado en las redes sociales, activistas de izquierda organizaron movilizaciones en su contra, los medios de comunicación escribieron editoriales incendiarios contra él, la mayoría de sus colegas en la Universidad de Toronto lo repudiaron y el Consejo de la universidad le exigió que se retractara so pena de ser despedido. Pero Peterson no sólo no se retractó, sino que brindó conferencia tras conferencia para explicar su postura.[15] Peterson explicó que estaba dispuesto a dirigirse a una persona que se proclamara transgénero con el pronombre que dicha persona le solicitara por medio de un diálogo y una explicación razonable, pero que jamás lo iba hacer obligado por una ley. Aclaró que estaba dispuesto a ir a la cárcel por ello, y que si lo enviaban a la cárcel iniciaría una huelga de hambre. En un reportaje reciente dijo: “[lo hice porque] creo que hay una responsabilidad sagrada por las palabras que decimos. Esta es “la” responsabilidad. Porque creo que uno hace que el mundo sea a través de un discurso comunicacional. Esta es la doctrina judeo-cristiana fundamental. Y creo que el mundo que uno hace ser a través de la verdad es un mundo bueno”.[16] El hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, articula el mundo a través de un logos participado. Por ello, si uno está obligado a hablar de un modo que no transparenta la verdad, entonces hay problemas. La tiranía lingúistica deriva en una tiranía en los hechos. Francisco Contreras, un analista español y filósofo del derecho afirma que Peterson conoce bien la historia de los sistemas totalitarios y sabe que la batalla lingüística es decisiva: “si aceptas su jerga, estás aceptando también sus categorías, su mapa de la realidad. La neolengua irá formateando las mentes de los hablantes en la dirección deseada por los ideólogos: es lo que ocurría en el 1984 imaginario de George Orwell y en el Tercer Reich trágicamente real de Victor Klemperer (que analizó la neolengua nazi en su obra Lingua Tertii Imperii).”[17]

Un segundo hito en la vida de Peterson es una entrevista que le hace una popular periodista de la televisión británica, Cathy Newman.[18] Newman, defensora del feminismo radical, lo ataca duramente durante toda la entrevista por algunos de sus dichos. Promediando la entrevista hace referencia al tema de los pronombres y al Bill C-16 y pregunta a Peterson porqué su derecho a la libertad de expresión está por encima del derecho de una persona trans a sentirse ofendida. Peterson le contesta con una frase que en menos de 24 horas daría la vuelta al mundo: “en orden a poder pensar tienes que arriesgarte a ofender a alguien”. Y agrega rápidamente con picardía: “ciertamente en esta conversación, tú estás dispuesta a ofenderme a mí en pos de la búsqueda de la verdad. ¡Bien por ti!” La periodista queda muda por unos segundos y se le transfigura el rostro cuando se da cuenta que ha quedado enredada en su propio argumento.

En menos de una semana la entrevista había sido vista por unos 8 millones de personas; de la noche a la mañana su libro 12 Reglas pasa a ser un best-seller y su vida cambia para siempre.

 

YouTube y el fenómeno de la oralidad

Se puede decir que YouTube hizo a Peterson lo que es hoy. Su primer contacto con esa plataforma ocurre en el año 2012 cuando decide subir algunas de sus clases de psicología en la Universidad de Toronto. Según sus propias palabras lo hizo por mera curiosidad, para explorar esa tecnología que estaba empezando. Las clases estaban filmadas con un Ipad y sin ningún tipo de edición. Al cabo de un año comprueba con gran sorpresa que habían sido vistas por un millón de personas y empieza a pensar lo que significa el fenómeno de la oralidad. Esta reflexión, a la que vuelve una y otra vez en sus charlas, lo lleva a afirmar que estamos asistiendo a una revolución mayor que la de Gutenberg. Por primera vez en la historia, afirma, la palabra oral es mucho más poderosa que la palabra escrita. Haciendo suyo el famoso dictum de su compatriota Marshall Macluhen, de que “el medio es el mensaje”, explica cómo la tecnología fuerza un determinado tipo de mensaje. En un pasado reciente, la televisión, por ejemplo, permitía que un entrevistado en un talk show hablara a lo sumo, seis minutos. Ahora asistimos a entrevistas, conversaciones y debates en YouTube que duran hasta tres horas y son vistas por millones de personas.

El mismo Peterson debatió a fines de 2018 en la ciudad canadiense de Vancouver, con el intelectual estadounidense Sam Harris, uno de los denominados “cuatro jinetes del ateísmo”[19]. El debate fue seguido en vivo por unas tres mil personas que asistieron durante dos días a funciones de tres horas diarias. La complejidad de los temas tratados asemejaba el debate a la defensa de una tesis doctoral. Sin embargo, los espectadores, lejos de aburrirse, asistían en perfecto silencio y, al ser interrogados por el moderador, eligieron no hacer preguntas y dejar que Peterson y Harris prolongaran su intercambio. Seguidamente, el debate fue subido a YouTube y hasta el momento sido visto por 1,8 millones de personas.[20] Convertido luego en un podcast ha sido escuchado por millones de personas.

A partir de la observación de esta realidad, Peterson apunta que la lectura está cediendo su lugar a la oralidad. Así, un libro puede tener una tirada de 10 mil ejemplares y ser considerado un fenómeno editorial, pero una conferencia, como esas que comentamos, ha sido vista por millones de personas. Un libro o un ensayo requieren un inmenso trabajo de parte de el que escribe y una preparación y un tiempo importante por parte del que lee. Brindar una conferencia, en cambio, requiere infinitamente menos preparación y esfuerzo. Las personas pueden disponer, con relativa facilidad, de unos 90 minutos por día para escuchar conferencias, clases o audiolibros, ya sea trasladándose a su trabajo, haciendo ejercicio, cocinando, limpiando su hogar o realizando otras tareas que no demanden su completa atención. Por eso los podcast, los audiolibros y YouTube están transformando la comunicación.

La conclusión de Peterson, es que la gente es mucho más inteligente y tiene mucha más capacidad de atención que la que atribuyen, por ejemplo, las grandes cadenas de T.V a sus telespectadores. Hay mucha avidez por educarse, por aprender. Peterson tiene su propio canal de YouTube -con más de 2 millones de suscriptores- donde sube conferencias y entrevistas y al que se accede de modo gratuito. Mi consejo es que, si una persona quiere conocer a Peterson y la barrera del idioma no es un problema, el mejor modo es ver sus videos o escuchar sus podcasts. Es mucho más atractivo que leerlo.

 

Algunos de los temas recurrentes de Peterson

a) ¿Búsqueda de felicidad o búsqueda de sentido?:

“Hemos tenido una larga conversación en nuestra cultura acerca de la necesidad de autoestima y felicidad. Yo no hablo sobre esto. Yo le digo a mis oyentes y a mis lectores muy de frente que la vida es difícil, que en ella hay mucho sufrimiento y que, frente a ese panorama, hay que aprender a comportarse. El problema de buscar la felicidad es que cuando las tormentas de la vida te sacuden, la felicidad desaparece y uno se queda con nada, por eso hay que buscar cosas mas profundas que la felicidad, y si la felicidad viene, ¡enhorabuena!; no es que se la deba despreciar porque es pasajera, pero es mucho mejor buscar cosas que sean plenas de sentido (meaningful) en lugar de cosas que te hagan feliz. Es algo mucho más profundo, y te orienta mucho más apropiadamente, y te mantiene más centrado en tu propia vida, te hace más útil para tu familia y para la sociedad. Y es un alivio para los jóvenes escuchar que, en sus líneas básicas, la vida es difícil pero que así y todo pueden prevalecer.”[21]

b) La responsabilidad individual

El mensaje de Peterson, sobre todo a los jóvenes, está centrado en vivir la vida responsablemente: “el sentido que la vida puede brindarte, es proporcional a la responsabilidad que deseas asumir.”[22] Al clima cultural imperante que afirma la libertad y la autonomía de la voluntad, Peterson ofrece en cambio una reflexión sobre la necesidad de hacerse cargo de la propia vida y recuperar su carácter serio. Como todo lo que recomienda Peterson, este cambio comienza en el corazón de cada hombre: Si quieres reformar el mundo comienza por tu propia casa: si quieres cambiar el mundo debes comenzar a mirarte a ti mismo. Y dejar de hacer ya mismo lo que consideras que estás haciendo mal. “Las personas a menudo son nihilistas y desesperanzadas y esperan que una abundancia de placeres y derechos recomponga sus vidas. Pero no funciona. Cuanto más responsabilidades asumes, mas llena de sentido será tu vida. Es muy importante aprender esto. Pero nadie enseña esto a la gente.”[23]

c) La sacralidad de la palabra y la necesidad de decir la verdad

Aunque Peterson es a menudo identificado como un defensor de la libertad de expresión, en realidad se considera un defensor de la libertad de “poder-expresar-la-verdad”.[24] Esta es quizás su contribución más medular al debate cultural contemporáneo. Para él la libertad de expresión está basada en algo anterior que es lo que llama el logos o palabra creadora.[25] En su lectura del primer capítulo del libro del Génesis entiende la palabra creadora de Dios como aquello que ordena el caos. En el relato bíblico, el hombre participa de esta palabra creadora en la acción de poner nombre a los animales, lo cual simbólicamente, implica decir la verdad sobre las cosas, descubrir su ser. Para Peterson, el varón y la mujer manifiestan la imagen de Dios en su capacidad de expresar la verdad. Sin embargo, para llegar a la verdad, el hombre necesita poder pensar; para pensar necesita hablar, necesita expresarse, necesita el diálogo con otro para sopesar sus ideas y ver si ha acertado o si está equivocado en su pensamiento. Es sólo a través de un diálogo cómo se llega a la verdad. Este es el gran peligro de vivir en la era de lo “políticamente correcto”. Afirma Peterson, que la izquierda cultural busca eliminar el debate cuando considera que, ya sea el tema o las personas que van a exponerlo, no están dentro de su órbita. Lo que hace es descalificar a las personas a través de etiquetas tales como “intolerante”, “racista”, “homofóbico”, “transfóbico”, etc. Con eso impiden el diálogo, el intercambio de ideas. Las ideas, en el contexto de lo políticamente correcto, no se discuten, se imponen.

El tema de la verdad es tan importante en Peterson, que cuando le preguntan cual considera la regla más importante de su libro, señala siempre la regla 8: “Dí la verdad, -o al menos no mientas”. Peterson examina la necesidad psicológica profunda de decir y vivir en la verdad. Afirma que el hombre tiene una suerte de GPS mental. Mentir debilita al hombre y termina destruyendo ese GPS que es el que lo ubica en la vida. En su libro afirma:

“Puedes usar palabras para manipular al mundo, para que te entregue lo que quieres. Esto es lo que significa «actuar políticamente». Esto es un giro. Es la especialidad de los vendedores sin escrúpulos, anunciantes, utópicos poseídos por eslóganes y psicópatas. Es el discurso en el que la gente se involucra cuando intenta influenciar y manipular a otros. Es lo que hacen los estudiantes universitarios cuando escriben un ensayo para complacer al profesor, en lugar de articular y aclarar sus propias ideas. Es lo que todo el mundo hace cuando quiere algo, y decide falsificarse para complacer y halagar. Son intrigas, eslóganes y propaganda.”[26]

d) La importancia central de la Biblia

Su valoración de los relatos bíblicos y su lectura a través de los lentes provistos por la psicología profunda de los arquetipos jungianos, lo ha llevado, recientemente, a brindar una serie de diez conferencias sobre el libro del Génesis donde explora su significado psicológico.[27] Sin ninguna pretensión de experto en la Biblia, Peterson ofrece una lectura fresca y profunda de la creación, Adán y Eva, el Paraíso, la transgresión, Caín y Abel, la Torre de Babel, el Diluvio, Abraham, Jacob etc. El planteo de fondo es ¿qué verdad perenne y siempre nueva contienen sobre el hombre? ¿qué son el paraíso, el pecado, el sacrificio desde el punto de vista psicológico? Estas conferencias, subidas a YouTube y a la tecnología podcast han sido vistas y escuchadas por millones de personas que vuelven a valorar la importancia de la Biblia como libro central del mundo occidental.

 

Conclusión

Jordan B. Peterson tiene un mensaje para el mundo posmoderno. Este mensaje, que es escuchado por cientos de millones de personas, recuerda el dictum del psiquiatra Paul Schilder: “La verdadera belleza de la vida reside en su carácter serio e inexorable”.[28] Su pensamiento gira en torno a las grandes ideas fundantes del mundo occidental y, como él mismo gusta llamar, judeo-cristiano: el orden, la primacía de la verdad y de un orden moral objetivo, el logos como palabra creadora, la presencia en el hombre de una voz interior que llama a no hacer el mal; el hombre como imagen de Dios. Estudioso de los sangrientos movimientos del siglo XX, busca dar respuesta al problema del mal. Solo que, basado en su experiencia de más de 30 años de consultorio psicológico, en lugar de atribuir el mal a fenómenos colectivos, lo encuentra en los problemas no resueltos del corazón del hombre, aquello que en lenguaje cristiano llamamos pecado original. Ante esto, el llamado de Peterson es a actuar responsablemente, a asumir aquello que no podemos cambiar en nuestras vidas; aquello que Guardini llamaba “la aceptación de sí mismo”. Invita al hombre a asumir sus responsabilidades como forma de encontrar el sentido de la vida.

Retomando lo que dije en el principio del artículo, Peterson es un pensador profundo: piensa y hace pensar, interpela a la cultura actual y deja al desnudo muchas de sus incoherencias y falencias. Sin ser cristiano, este apologeta de los preambula fidei en un mundo secular, esta “anima naturaliter christiana”, es una potente semilla del Logos, verdaderamente un don de Dios para nuestro tiempo.

 

  1. David Brooks, “The Jordan Peterson Moment”, The New York Times, en línea:https://www.nytimes.com/2018/01/25/opinion/jordan-peterson-moment.html, consultado el 22-4-2019.
  2. La edición en español pertenece a la editorial Planeta.
  3. Recientemente, Peterson ha subido a YouTube un reportaje donde conversa con Mons.Robert Barron, obispo auxiliar de Los Ángeles. Entre los temas que tocan busca responder a la pregunta ¿Crees en Dios? En esta línea también está la conferencia que brindó en Sidney, Australia: “Who dares say he believes in God”, publicada el 08-07-2019, en línea: https://www.youtube.com/watch?v=MnUfXYGtT5Q, consultada el 07-07-2019.
  4. Jordan P. Peterson, Maps of Meaning. The Architecture of Belief, New York, Routledge, 1999. El libro no está traducido al español. Una traducción posible del título sería: Mapas de Sentido. La arquitectura de la creencia.
  5. Jordan P. Peterson, Maps of Meaning, pp.7-13.
  6. “At the age of 13, Peterson had joined the New Democratic Party (NDP). He remained continually active with party until the age of 18. He has two bachelor degrees from the University of Alberta. His first was in political science. After visiting Europe, Peterson became extremely interested in the psychological unpinning that created the circumstances of the Cold War and its origins within the Second World War. After this experience, he returned to the university to complete another bachelor in psychology.” Think Club: https://www.youtube.com/watch?v=WyKGv7zjMs8 consultado el 28-04-2019
  7. Jordan P. Peterson, Maps of Meaning. The Architecture of Belief, p.13
  8. Ibid.
  9. Ibid.,p. 12
  10. Oz Talk: “Jordan Peterson’s Rules to Live By.”The Dr. Oz Show, 04-10-2018, en línea: https://www.youtube.com/watch?v=AscPHmLWo-M, consultado el 27-04-2019
  11. Ibid.
  12. Cfr. CBC,“Canada’s Gender Identity Rights Bill C-16 Explained”, en línea:https://www.cbc.ca/cbcdocspov/features/canadas-gender-identity-rights-bill-c-16-explained, consultado 27-04-2019.
  13. Jordan B. Peterson, “Professor Against Political Correctness.” Part 1: Fear and the Law https://www.youtube.com/watch?v=fvPgjg201w0&feature=youtu.be; Part II: Compulsory Political Education: A Real World Case Study at the U of Toronto, en línea: https://www.youtube.com/watch?v=f-7YGGCE9es, consultado el 1-7-2019.
  14. “Toronto professor Jordan Peterson takes on gender-neutral pronouns”, BBC NEWS,4-11-2016, en línea:https://www.bbc.com/news/world-us-canada-37875695, consultado el 2-7-2019.
  15. Finalmente, la universidad dejó sin efecto su posible desvinculación. Un buen reportaje para comprender el tema de los pronombres, la propuesta de la izquierda cultural y a Jordan Peterson es The Joe Rogan Experience: Jordan Peterson, en línea: https://www.youtube.com/watch?v=04wyGK6k6HE, publicado el 28-08-2016, consultado el 2-5-2019.
  16. London Real: “Reportaje a Jordan Peterson”, en línea: https://www.youtube.com/watch?v=RWrem5XUr_4 consultado el 2-5-2019.
  17. Francisco Contreras, “Jordan Peterson, la batalla de los pronombres”, publicado 05/07/2018En línea: https://www.actuall.com/criterio/familia/jordan-peterson-la-batalla-los-pronombres/,consultado el 29-04-2019.
  18. Channel 4 News, Cathy Newman, “Jordan Peterson debate on the gender pay gap, campus protests and postmodernism”, publicado el 16-01-2018, en línea: https://www.youtube.com/watch?v=aMcjxSThD54, consultado el 2-5-2019.
  19. Cfr.Wikipedia, VOZ: New Atheism, en línea: https://en.wikipedia.org/wiki/New_Atheism, consultado 3-05-2019.
  20. Sam Harris & Jordan Peterson – Vancouver, publicado el 31-08-2018, en línea: https://www.youtube.com/watch?v=jey_CzIOfYE&t=3443s consultado el 3-05-2019.
  21. https://podcasts.apple.com/ar/podcast/the-jordan-b-peterson-podcast/id1184022695?i=1000422347320
  22. Georgia Free, “How Dr. Jordan Peterson changed my life -as a woman”, publicado el 15-08-2018,en línea: https://www.youtube.com/watch?v=PSqFw2qTq0s&feature=youtu.be,consultado el 8-07-2019
  23. Gellért Rajcsányi,” We need to know the dangers of utopian visions – Jordan Peterson for Mandarin”, publicado el 30-05-2019, en línea: https://mandiner.hu/cikk/20190530_jordan_peterson_interju_mandiner, consultado el 08-07-2019.
  24. Jordan B. Peterson, “Por qué La libertad de expresión es necesaria “, publicado el 13-08-2017, en línea: https://www.youtube.com/watch?v=E9PxdJNIc6w&t=309s, consultado 15-06-2019.
  25. Jordan B. Peterson, “The Vital Necessity of Free Speech”, publicado 20-08-2018, en línea:https://www.youtube.com/watch?v=EuNeqawPuuY, consultado el 07-07-2019.
  26. Jordan B. Peterson, 12 rules for Life. An Antidote to Chaos. Toronto, Ramdom House Canada, 2018, p. 206.
  27. Jordan B. Peterson, “The Psychological significance of Bible Stories: Genesis”, en línea:https://www.youtube.com/playlist?list=PL22J3VaeABQD_IZs7y60I3lUrrFTzkpat, consultado el 5-05-2019.
  28. Citado por Marisa Mosto, “Letanías de Emilio Komar. Recordando al maestro en Ética”, p. 6, en línea: https://www.academia.edu/24668258/Letanias_de_Emilio_Komar._Recordando_al_maestro_en_%C3%89tica, consultado el 09-07-2019.